Tsipras: "El dinero que se le ha dado a Grecia nunca ha llegado al pueblo griego"

  • Alexis Tsipras ha reclamado en el Parlamento Europeo "un acuerdo con nuestros socios que nos permita salir de forma definitiva de la crisis".
  • "Grecia ha sido un laboratorio de ensayo de la austeridad, pero ese experimento ha fracasado", aseguraba el primer ministro heleno.
  • Sin embargo, dejaba claro que "la valiente decisión del pueblo griego no supone una ruptura con Europa, sino volver a los valores fundadores de Europa".
  • El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, le dijo a Tsipras que "quedan cuatro días" para encontrar un acuerdo sobre la situación de su país.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el Parlamento Europeo.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el Parlamento Europeo.
Patrick Seeger / EFE
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el Parlamento Europeo.

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se dirigió este miércoles al Parlamento Europeo en un discurso en el que reivindicó que la crisis griega es una crisis europea y que así debe ser considerada, en una jornada en la que hubo encendidos enfrentamientos en el foro comunitario y debates teóricos y políticos sobre el denominado "Grexit".

En un discurso previo al de Tsipras, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, le dijo al primer ministro de Grecia que "quedan cuatro días", hasta el domingo, para encontrar un acuerdo sobre la situación de su país. "Hoy es un momento especialmente difícil para Europa y para nuestra unión económica y monetaria", dijo Tusk ante el pleno del Parlamento Europeo. El presidente del Consejo Europeo pidió a Tsipras "clarificaciones lo antes posible" sobre las propuestas concretas que todavía no ha hecho y que le reclamaron diversos parlamentarios.

Tsipras entró en el Parlamento entre los aplausos de los grupos políticos afines (algunos europarlamentarios como el español Pablo Iglesias le recibieron con palmadas en la espalda) y con carteles en algunos escaños con la famosa palabra "OXI", "no" en griego, en referencia al referéndum celebrado en Grecia en contra de las medidas de austeridad propuestas por la antigua troika.

"La valiente decisión del pueblo griego no supone una ruptura con Europa, sino volver a los valores fundadores de Europa, de la democracia, de la solidaridad", comenzaba explicando Tsipras en su discurso, en el que aventuraba que "la Unión Europea o es democrática o va a tener dificultades para sobrevivir". El primer ministro griego exigía el "respeto doble de Europa, tanto a sus propias reglas como a las decisiones democráticas que toman nuestros pueblos".

"Los programas de rescate llevan en vigor cinco años y medio y nosotros llegamos al gobierno hace cinco meses, de estos últimos asumo la responsabilidad, pero la mayor parte de la responsabilidad del callejón sin salida en que está Grecia está en esos cinco años y medio anteriores", recordaba Tsipras.

"Quisiera asegurar que esto cinco años y medio el pueblo griego se ha esforzado en el ajuste, lo que ha llevado a un agotamiento de la sociedad. Por supuesto no ha sido solo en Grecia y respeto los ajustes que se han hecho en otros países, pero en ningún lugar han sido tan duros ni han durado tanto como en Grecia", aseguraba Tsipras.

El mandatario heleno denunciaba que "Grecia ha sido un laboratorio de ensayo de la austeridad, pero ese experimento ha fracasado", y recordaba que con los planes de rescate aplicados "se ha disparado el paro, la pobreza y la exclusión social y ha aumentado la deuda pública". "La mayoría del pueblo griego considera que no tiene alternativa y que lo único que puede exigir es que se les saque de ese callejón sin salida", explicaba.

"Reivindicamos un acuerdo con nuestros socios que nos permita salir de forma definitiva de la crisis, con reformas creíbles y necesarias, nadie lo niega, pero en las que el peso tiene que recaer en quienes pueden soportarlo y no como hasta ahora". "Debe haber un programa de crecimiento fuerte y rápido, centrado en la lucha contra el desempleo", proponía Tsipras, a la vez que reclamaba que se aligere la carga sobre las capas más bajas y medias de la sociedad.

Porque, según explicó, "el dinero que se le ha dado a Grecia nunca le ha llegado al pueblo griego, se entregó para salvar a los bancos griegos y europeos, pero nunca llegó al pueblo griego".

Responsabilidades

"No soy de esos políticos que defienden que todos los males del país son culpa de extranjeros perversos", decía Tsipras, que denunciaba también las malas prácticas cometidas en su país: "Durante muchos años los gobiernos han creado un estado clientelista en el que se ha permitido la corrupción y conflictos de intereses entre lo económico y lo político, sin tomar medidas contra la fuga de capitales".

Y recordaba Tsipras que "las medidas tomadas hasta ahora han sido un fracaso, no han mejorado los ingresos fiscales, ninguna de las reformas propuestas ha conseguido que se terminara con los conflictos de intereses entre los oligarcas, los bancos y los políticos, no se ha mejorado la eficicacia de la maquinaria de estado que funciona por los intereses privados y no por el bien común".

"Perseguimos reformas de verdad, que rompan con el antiguo sistema político", anunciaba el mandatario. "Estamos con un mandato claro y rotundo del pueblo griego y no para entrar en colisión con Europa", aclaraba en relación a las acusaciones de que el referéndum era una petición de salida del Euro.

"Queremos cambiar las mentalidades y propuestas que han llevado al traste a nuestro país. La crisis griega representa la impotencia colectiva de Europa para encontrar una solución a la crisis de la deuda, que se autoalimenta, es un problema europeo", reclamaba el primer ministro.

Tsipras acaba el discurso con un planteamiento europeísta y de futuro: "Hablamos de una Europa unida, no permitamos que se convierta en una Europa dividida. Todos nos damos cuenta de lo crítico de este momento y vamos a responder asumiendo nuestra responsabilidad histórica".

En su intervención, el eurodiputado y líder de Podemos, Pablo Iglesias, le dio las gracias a Grecia, a su pueblo y a Alexis Tsipras por "haber levantado la bandera de Europa mejor que nadie", y aseguró que Europa "no está siendo destruída porque los ciudadanos digan que no están de acuerdo con las medidas de ajuste", sino que está siendo destruída por "el totalitarismo financiero y la arrogancia del pueblo alemán", y le pidió a los socialistas de la cámara europea que "den el paso y abandonen la coalición que nos está llevando al desastre".

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