Un pesquero de Roses recupera restos del A320 estrellado en 2008 ante la costa francesa

  • El aparato, que despegó del aeropuerto de Perpiñán en vuelo de prueba, cayó al mar por culpa del mal tiempo.
  • Fallecieron los siete ocupantes de la aeronave y los cuerpos fueron recuperados.
  • Un pesquero arrastró hasta el puerto de Roses un trozo de fuselaje y una rueda.
Dos agentes de la Guardia Civil inspeccionan los restos del avión siniestrado en 2008 ante la costa francesa recuperados por un pesquero de Roses (Girona).
Dos agentes de la Guardia Civil inspeccionan los restos del avión siniestrado en 2008 ante la costa francesa recuperados por un pesquero de Roses (Girona).
ÀLEX RECOLONS / ACN
Dos agentes de la Guardia Civil inspeccionan los restos del avión siniestrado en 2008 ante la costa francesa recuperados por un pesquero de Roses (Girona).

Todos los indicios apuntan a que los restos del avión que un pesquero de Roses (Girona) arrastró accidentalmente el lunes con sus redes corresponden al Airbus A320 que se estrelló en noviembre de 2008 a siete kilómetros de la costa de la localidad francesa de Saint-Cyprien. La aeronave realizaba un vuelo de prueba con siete personas a bordo cuando se estrelló a causa del mal tiempo.

A la vista del estado geológico del fuselaje y el año de fabricación de la rueda, "lo más factible" es que los restos correspondan a un Airbus A320 de la compañía Air New Zeland que se estrelló hace siete años, en opinión de Fernando Aguirre, jefe de los Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) la Guardia Civil en Girona.

Los restos del avión se engancharon el lunes en las redes de un pesquero de Roses que faenaba en aguas francesas a unas 20 millas de cabo Norfeu. "El barco quedó parado y cuando subimos las redes vimos que eran los restos de un avión", explicó el patrón del barco de arrastre Catalina Godo, Jordi Borràs, sorprendido por el hallazgo, pues ha faenado "muchas veces" en la zona. Los pescadores llevaron los restos al puerto de Roses, donde una grúa los izó y depositó en el muelle.

Borràs calcula que las redes se engancharon a los restos del avión a unos 100 metros de profundidad. Es superior a la que fueron recuperados los cuerpos de los siete pasajeros tras el siniestro, pues los encontraron a unos 60 metros.

Ya en el puerto, agentes de la Guardia Civil realizaron una primera inspección de los restos del fuselaje y se llevaron una placa con el número de bastidor. Tras consultar las bases de datos de accidentes aéreos ocurridos a la zona en los últimos años y comprobar que el del Airbus es el único del que se tiene constancia, la Guardia Civil ha realizado este martes una segunda inspección. La investigación sigue abierta y Aviación Civil se encargará de ella en coordinación con las autoridades francesas.

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