Evidencia las disparidades del mundo a través de los patios de recreo de escuelas de 59 países

  • El fotógrafo keniata James Mollison muestra en 'Playground' una intensa panorámica por los lugares de mayor movimiento, alegría y bullicio de los colegios del mundo.
  • En algunas escuelas fue acosado por niños que le acusaron de 'pedófilo', en otras fue acompañado en todo momento por un guardia de seguridad...
  • Afirma que, pese a los matices políticos y socieconómicos, existe una 'increible similitud' entre los patios que visitó y el comportamiento de los alumnos.
Foto de James Mollison de los niños de la escuela Kroo Bay, en Freetwon, capital de Sierra Leona
Foto de James Mollison de los niños de la escuela Kroo Bay, en Freetwon, capital de Sierra Leona
© James Mollison - From 'Playground', published by Aperture
Foto de James Mollison de los niños de la escuela Kroo Bay, en Freetwon, capital de Sierra Leona

"Hay una increíble similitud en los juegos de los niños en todos los lugares del mundo. Pese a que las escuelas, instalaciones o paisajes sean muy distintos, casi no hay diferencia en el comportamiento de los críos de Los Ángeles, Nepal o Kenia". Esta es la conclusión primaria del fotógrafo James Mollison después de hacer fotos, en 59 países, en patios de recreo, los lugares de mayor movimiento, bullicio y libertad de los colegios.

La intensa panorámica que muestran las fotografías de Mollison (nacido en Kenia en 1973) tiene, pese a la igualitaria y dominante jarana infantil, matices que son reveladores, por un lado, del ambiente político o socieconómico de la zona —en Japón el patio se cierra con una cúpula mecánica cuando llueve y en Jerusalén los escolares están a tiro de balón de fútbol de las torres de vigilancia de los soldados israelíes armados hasta los dientes— y, por otro, de realidades soterradas y crueles —en una escuela boliviana los profesores vigilan la forma en que andan los críos para tratar de advertir signos de abusos sexuales—.

Libro y exposición

El proyecto del fotógrafo tiene un doble motivo de interés: Playground (Patio de recreo) es editado como libro por Aperture [136 páginas y un PVP de 42,5 dólares], una organización sin ánimo de lucro dedicada al desarrollo de iniciativas de carácter social, y una selección de las imágenes permanecerá expuesta hasta el 25 de junio en la galería neoyorquina de los editores.

La serie, integrada por fotos de gran formato y a color, nació del interés de Mollison por regresar a un escenario que recuerda con especial potencia. "Al pensar en mi época de escolar la mayor parte de los recuerdos que retengo son del patio: un espacio de juegos, bullying, risas, lágrimas, bromas, diversión y miedo. Deseaba volver a ese lugar y explorarlo con mis fotos".

Empezó en su escuela

Empezó el viaje desde el sentimentalismo nostálgico, regresando a la escuela del Reino Unido en la que había estudiado de crío y a otras cercanas, pero pronto se percató de que debía ampliar el alcance de la idea. "Me fascinó la diversidad de las experiencias de los alumnos, los leves toques diferenciales entre un colegio y otro, los contrastes... En cuestión de semanas ardía con la curiosidad de saber cómo serían los patios en otros países".

Mollison empleó los últimos cinco años en recoger testimonios fotográficos de qué se cuece y cómo son los patios de recreo de, entre otros países, Argentina, Bhutan, Bolivia, India, Israel, Italia, Japón, Kenia, Nepal, Noruega, Sierra Leona, los EE UU, Gaza, Cisjordania, Jordania, Rusia, México y China.

Amplios planos generales

Para tratar de acentuar los contrastes y peculiaridades de las localizaciones o, al contrario, subrayar las semejanzas, el fotógrafo eligió en todos los casos un plano general muy abierto, disparó varias fotos a lo largo de todo un recreo y luego montó los negativos. Las escenas son así muy dinámicas y permiten comprobar cómo se desarrollan las actividades, juegos y movimientos de los críos, que pueden aparecer repetidos varias veces y en diferentes lugares y actitudes en cada toma.

Pese a la apariencia de facilidad del trabajo —¿qué hay más inocente que retratar a niños jugando?—, a Mollison no se lo pusieron nada fácil. La mayoría de las escuelas, sobre todo las de países occidentales, le prohibieron la entrada aduciendo desde la manoseada protección de la imagen de los menores hasta la negativa discrecional de la dirección. En otros casos, los problemas fueron imprevistos: en un colegio inglés fue acosado y perseguido por un grupo de escolares que le acusaban de ser un "pedófilo" y le quitaron el trípode y en otro fue acompañado constantemente por un guardia de seguridad.

El recreo, en un estercolero

Pese a que en todas las fotos domina el ambiente febril de los escolares en uno de los momentos más libres de la jornada escolar, los emplazamientos de las escuelas, que Mollison tiene la inteligencia de incluir en todos los planos, dicen bastante de las disparidades del mundo: los niños de la Kroo Bay Primary, de Freetown (Sierra Leona), juegan en un estercolero de aguas sucias y desperdicios, mientras que los de la Utheim Skole Kårvåg, de Averøy (Noruega), se mueven en un escenario que parece un paraíso natural donde se anima a los críos a subir a los árboles.

El prologuista del libro, el escritor Jon Ronson, señala que Playground  "proporciona acceso" a cuestiones como "la diversidad y la desigualdad globales", pero apunta que, por mucho que estos asuntos sean dolorosos, los niños "siguen riendo y jugando" en los patios de recreo del mundo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento