Muchos famosos se habrán arrepentido de no haber sido más precavidos en sus relaciones, y es que un simple análisis les puede obligar a desembolsar auténticas fortunas por hijos que jamás han conocido —o sí—. El caso más reciente ha sido el de Pilar Abel, una mujer catalana que asegura es hija del pintor Salvador Dalí y cuya demanda de paternidad ha admitido a trámite un juzgado de Madrid.

En la demanda, Pilar Abel alega que nació en Figueres (Girona) en 1956 de una relación que mantuvo su madre con el artista, a quien conoció en Cadaqués (Girona) cuando trabajaba como empleada de una familia que pasaba temporadas en esa población.

Este proceso se une a las recientes demandas de paternidad como las reclamadas al rey Juan Carlos por parte de la belga Ingrid Sartiau, que aseguró que existían seis pruebas para demostrar que sí era su hija, y del catalán Alberto Solá. Una y otra demanda fueron rechazadas por los jueces por ser ""falsa y frívola"en el primer caso y por no ser "razonablemente verosímil" en el segundo.

No se repitió la historia de Leandro de Borbón Ruiz, que después de mucho tiempo consiguió ser reconocido como hijo extramarital del rey Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I. Leandro aún reclama el título de infante de España y el tratamiento de alteza real, aunque nunca ha obtenido el reconocimiento oficial en este aspecto.

También el príncipe Alberto de Mónaco tuvo que admitir la paternidad de dos hijos ilegítimos: la joven Jazmín Grace Grimaldi, fruto de su encuentro con una camarera norteamericana, y que actualmente trata de abrirse paso como cantante, y Alexandre, concibido con una azafata togolesa, Nicole Coste. Ambos gozan de los beneficios económicos y educacionales del principado y heredarán la fortuna correspondiente, aunque ninguno podrá optar al trono.

El príncipe monegasco se encontraba soltero cuando se convirtió en padre, pero el escándalo fue absoluto cuando salió a la luz el hijo que el actor y gobernador de California Arnold Schwarzenegger había tenido muchos años atrás con su empleada del hogar. Aquella revelación le costó su matrimonio de 25 años con la periodista Maria Shriver, con la que tiene cuatro hijos y su cargo político. "Asumo toda la responsabilidad por el dolor que he causado con esto", reconoció, si bien siempre se hizo cargo de su hijo ilegítimo.

También un desliz conyugal y posterior demanda de paternidad acabó con el matrimonio de Alejandro Sanz y Jaydy Mitchel. El cantante tuvo una relación con la masajista y peluquera de su mujer, Valeria Rivera, y reconoció que era padre de Alexander, su hijo. Actualmente Alejandro Sanz mantiene una estrecha relación con el pequeño.

Otros famosos han negado y renegado su implicación genética hasta que los infalibles análisis de ADN les han obligado a admitir la verdad.  Eddie Murphy rechazó por activa y pasiva la demanda de Mel B, ex Spice Girl, por la paternidad de su hija Angel Iris. las En 2007, las pruebas realizadas al actor cómico confirmaron que era el padre.

Diego Armando Maradona también fue demandado por paternidad hasta tres veces. El exfutbolista se negó a realizarse los exámenes por lo que la justicia falló a favor de los demandantes, Maradona se vió obligado a pagar la pensión de dos de los tres niños; uno de ellos la demanda no prosperó por fallecimiento de la demandante.

También fue así para el bailarín Joaquín Cortés; la justicia le obligó a reconocer a Samuel, el hijo de su asistenta personal Katie Asumu, como suyo, tras una larga batalla judicial.

Dos actores también tuvieron que reconocer a hijos con los que no contaban: Jude Law, que tuvo una niña tras una relación fugaz con la modelo neozelandesa Samantha Burke en 2008, y Hugh Grant, que tras reconocer públicamente que había tenido un hijo con la actriz Tinglan Hong, diecinueve años menor que él, tuvo otro segundo bebé con ella un tiempo después.

Una de cal y otra de arena ha sido el caso del torero El Cordobés: reconoció a María Ángeles Benítez Raigón como su hija tras años de pleitos pero nunca ha admitido ser padre del torero Manuel Díaz, también llamado El Cordobés, con el que guarda un inequívoco parecido.

Flavio Briatore ha sido el más ingrato, nunca se ha hecho cargo de su hija Leni, que tuvo con la modelo Heidi Klum, pese a que se demostró que él era el padre. Ella rehusó a cualquier ayuda del magnate, y la niña considera al cantante Seal, padre de sus tres hermanos, como su padre.

Muy precoz fue Carlos Baute, que tras años de litigio tuvo que reconocer la paternidad de José Daniel Arellán, un joven de 23 años que nació como fruto de una relación que tuvo el cantante a los 15 años, mientras que su madre tenía 13.

Mick Jagger tuvo doblete: perdió dos demandas de paternidad, una con Marsha Hunt, con la que tuvo a su actual hija mayor, Karis (nacida en 1970), y otra con la modelo brasilera Luciana Giménez Morad, con el que tuvo a Lucas Maurice, nacido en 1999.

El caso más rocambolesco fue el de Boris Becker: los resultados del análisis de ADN le señalaban como padre de Anna, hija de la modelo Angela Ermakova. Sin embargo él afirmaba que entre ellos sólo hubo sexo oral. Se llegó a decir que Angela se las ingenió para hacerse fertilizar con el esperma que había 'sustraído' del tenista tras su encuentro sexual. No obstante Boris cumplió con sus obligaciones económicas  incluso años después reclamó la custodia compartida de Anna, con la que guarda un gran parecido físico.

Justin Bieber, Michael Jackson, Julio Iglesias y Paul McCartney también fueron demandados por presunta paternidad pero en sus casos nunca se ha demostrado.