Nina Leen: fotógrafa de perros, ardillas, adolescentes, monos y artistas 'irascibles'

  • La exposición 'Lenslady' muestra la mirada en apariencia inocente, pero llena de tensión sexual y violencia soterrada de una de las grandes fotógrafas del siglo XX.
  • Nacida en Rusia y fallecida en Nueva York sin revelar su verdadera edad, fue una de las primeras mujeres en trabajar con contrato para el semanario gráfico 'Life'.
  • "No soy una fotógrafa. Si lo fuera, haría fotos. Soy una fotoperiodista: me dedico a buscar historias y contarlas con imágenes", decía.
Uno de los reportajes más famosos de Nina Leen fue sobre la ardilla gris Tommy Tucker, a la que su dueña seca tras un baño en esta foto
Uno de los reportajes más famosos de Nina Leen fue sobre la ardilla gris Tommy Tucker, a la que su dueña seca tras un baño en esta foto
© Nina Leen - Time Inc - Cortesy Daniel Cooney Fine Art
Uno de los reportajes más famosos de Nina Leen fue sobre la ardilla gris Tommy Tucker, a la que su dueña seca tras un baño en esta foto

Entre los quince libros que publicó en vida hay monografías sobre serpientes, monos, perros "de todos los tamaños", gatos y un par sobre murciélagos. Se acercó tanto a la vida de estos últimos animales que desarrolló por culpa del trabajo una neurótica aversión hacia ellos. Entre sus compañeros de trabajo era bien conocido que Nina Leen prefería los animales a las personas. Nunca explicó los motivos.

Nacida en Rusia y fallecida en Nueva York (EE UU) en 1995, murió en torno a los 80 años pero sin haber revelado nunca su edad exacta —se supone que vino al mundo entre 1909 y 1914—. Entre 1940 y 1973 fue una de las pocas mujeres en trabajar como fotógrafa contratada por la revista Life. Ella era la primera en renegar del oficio. "No soy una fotógrafa. Si lo fuera, haría fotos. Soy una fotoperiodista: me dedico a buscar historias y contarlas con imágenes", decía.

'La dama del objetivo'

La antología Lenslady (La dama del objetivo) muestra una amplia selección del trabajo de esta mujer de mirada sólo inocente en apariencia, porque en sus fotos siempre hay una palpable tensión —a veces sexual— y una soterrada violencia que la diferencia de sus compañeros de generación y le concede una forma distintiva de mirada. La exposición se celebra en la galería Daniel Cooney de Nueva York entre el 26 de marzo y el 16 de mayo.

Emigrada a los EE UU en 1939, con estancias previas en Alemania, Austria e Italia, países donde estudió y practicó la pintura, en Nueva York se hizo con una cámara Rolleiflex y empezó practicar con las fotos. Para ejercitarse se decidió por los animales del zoológico del Bronx. Fue el inicio de una pasión eterna: supo cómo presentar a las bestias con rasgos de humanidad y cierto grado de humor.

Tortugas agresivas

Cuando decidió enviar a Life algunas de aquellas imágenes, la revista no dudó en comprarlas. En abril de 194o publicaron una serie de viejas viejas y agresivas tortugas peleando que cautivaron a los lectores. Leen firmó un contrato con la prestigiosa revista en cuestión de semanas. Durante los siguientes tres años fue una de la habituales entre los reverenciados reporteros del semanario, una de las grandes plataformas del siglo XX de la fotografía como género mayor.

Algunas de las historias de Leen tuvieron gran impacto social. Mientras trabajaba en Texas encontró a un cachorrillo abandonado y a punto de morir. Lo adoptó, la puso como nombre Lucky, se lo llevó a Nueva York y fotografió su historia a lo largo de varios años. El perro se convirtió en un favorito de los lectores, que llegaron a llamarle "la mascota de los EE UU".

Ardilla disfrazada de enfermera

En 1944 firmó una admirable historia sobre una pequeña ardilla gris huérfana, Tommy Tucker, adoptada por una mujer de Washington DC que vestía al animal con una gran variedad de modelos, desde enfermera de la Cruz Roja hasta bailarina. También fue muy aplaudido el reportaje City Dogs (Perros urbanos), en el que mostró a notables neoyorquinos de la farándula y los musicales con sus perros.

Pero Leen no era una simple fotógrafa de mascotas y animales. Durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta se acercó con empatía a pandillas de adolescentes; fue de las primeras en retratas a los artistas llamados irascibles —De Kooning, Pollock, Rothko...—, por entonces nada famosos pero a los que aguardaban la gloria de la fama; se aproximó a la trastienda de los desfiles de alta costura e hizo inteligentes e irónicas fotos de portada para Life.

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