Las cláusulas suelo desaparecen para quien se acoja al decreto-ley de segunda oportunidad

  • El Congreso convalida este jueves el decreto-ley de segunda oportunidad.
  • Las cláusulas desaparecen para el beneficiario del código de buenas prácticas.
  • Durante 5 años, las hipotecas pasan a tener un interés de euríbor a 1 año + 0,25.
  • Se eleva el tope para que una familia se acoja al código de buenas prácticas.
Fachada del Congreso de los Diputados.
Fachada del Congreso de los Diputados.
EFE
Fachada del Congreso de los Diputados.

Las cláusulas suelo desaparecerán temporalmente para todos los que se acojan a la segunda oportunidad y definitivamente para aquellos potenciales beneficiarios del código de buenas prácticas. Es el decreto-ley de segunda oportunidad que el pleno del Congreso convalida este jueves con los votos del PP.

A finales de febrero, el Consejo de Ministros decidió eliminar las cláusulas suelo a los colectivos más vulnerables, pero también dio la posibilidad de que otros particulares tengan una segunda oportunidad y cuenten con un plan para reestructurar sus deudas. Dicho plan se alarga durante un período de cinco años, en el que las hipotecas pasan a tener un interés de euríbor a un año más 0,25 puntos porcentuales, lo que supone de hecho eliminar durante ese tiempo cualquier cláusula suelo –que impiden que el hipotecado se beneficie de las bajadas del euríbor– que pueda incluir su préstamo.

Esta medida permitirá aligerar la carga de las familias afectadas, pero además, transcurrido este periodo de cinco años, si esta persona puede acogerse al código de buenas prácticas la cláusula suelo que pudiera tener su hipoteca quedará definitivamente suspendida, según recoge la memoria económica del decreto-ley de segunda oportunidad consultado por Efe.

Además, el Gobierno ha impulsado otro bloque de medidas para mejorar el código de buenas prácticas, que en teoría evitaba los desahucios para los colectivos más desfavorecidos y que la banca se comprometió a cumplir para evitar este drama social. Hasta el momento, para que una familia pudiera acogerse al código de buenas prácticas sus ingresos anuales no podían superar los 6.390 euros, mientras que ahora este tope se eleva hasta unos 7.455 euros, al considerarse que el nuevo umbral será equivalente a 14 pagas del IPREM, frente a las 12 de antes.

Pero el valor de las viviendas sobre las que se constituyeron las hipotecas podrá ser de hasta 300.000 euros para la reestructuración y de hasta 250.000 euros para la dación en pago, que permite saldar la deuda hipotecaria con la entrega de las llaves. También, con el objetivo de que más gente pueda evitar el desahucio se considerarán vulnerables los mayores de 60 años, aunque no sean unidad familiar.

Finalmente se prorroga por dos años la suspensión de los lanzamientos y se acuerda la inaplicación de las cláusulas suelo con carácter indefinido para los colectivos vulnerables. La memoria económica recoge que el código de buenas prácticas seguirá siendo de adhesión voluntaria por parte de las entidades financieras, que deberán asumir los nuevos requisitos salvo que en el plazo de un mes comuniquen expresamente que se mantienen en el ámbito de aplicación de las versiones anteriores.

Con este decreto-ley se acaba así con un viejo privilegio de la banca española: que por las deudas contraídas se respondía con todos los bienes presentes y futuros con garantía personal. Este decreto supone homologarnos de una vez al ámbito europeo. ¿Llega tarde? Lo cierto es que en septiembre de 2012 fue el PSOE quien propuso dar por ley una segunda oportunidad a las familias desahuciadas.

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