Kiev y los separatistas prorrusos acuerdan un alto el fuego

  • El inicio de la cumbre de paz dependía de la muestra de buena voluntad por ambas partes, que se ha materializado con este alto el fuego.
  • Kiev demanda el mando de la frontera ruso-ucraniana, sectores bajo control separatista, y elecciones en virtud de la legislación ucraniana.
  • Las milicias separatistas han recuperado cientos de kilómetros cuadrados de territorio desde principios de año.
El expresidente ucraniano Leonid Kuchma (dcha), que representa a Ucrania en las negociaciones y al que los separatistas no reconocen como interlocutor.
El expresidente ucraniano Leonid Kuchma (dcha), que representa a Ucrania en las negociaciones y al que los separatistas no reconocen como interlocutor.
EFE/Tatyana Zenkovich
El expresidente ucraniano Leonid Kuchma (dcha), que representa a Ucrania en las negociaciones y al que los separatistas no reconocen como interlocutor.

Los representantes de Ucrania y los separatistas prorrusos han comenzado la nueva ronda de negociaciones de paz en Minsk con el acuerdo de un alto el fuego.

Este acuerdo es el preludio de la cumbre entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia que se celebrará el miércoles, en la capital bielorrusa.

La Casa de Recepciones de la Cancillería bielorrusa acoge las conversaciones entre el expresidente de Ucrania Leonid Kuchmá, el embajador ruso ante Kiev, Mijaíl Zurábov, la representante de la OSCE, Heidi Tagliavini, y los negociadores separatistas de Donetsk y Lugansk, Denís Pushilin y Vladislav Deinego, respectivamente.

Según la televisión ucraniana, el inicio de las conversaciones se retrasó debido al ataque rebelde con misiles perpetrado contra la ciudad de Kramatorsk, donde murieron once personas (siete civiles y cuatro militares).

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha acusado a los rebeldes de atacar la sede del Estado Mayor de las fuerzas gubernamentales y una zona residencial de esa ciudad, antiguo bastión prorruso tomado por Kiev a mediados de 2014.

Con respecto a las negociaciones, los separatistas adelantaron que "no darán ni un paso atrás" en lo que se refiere al trazado de una línea de separación de fuerzas, la manzana de la discordia entre ambos bandos.

Las milicias separatistas han recuperado cientos de kilómetros cuadrados de territorio desde principios de año, conquistas que no reconoce el Gobierno de Kiev, que exige un retorno a la línea del frente de septiembre de 2014, cuando se firmaron los acuerdos de paz de Minsk.

Kiev demanda además el mando de la frontera ruso-ucraniana, varios de cuyos sectores están bajo control separatista, y la celebración de elecciones en las zonas rebeldes en virtud de la legislación ucraniana.

Según los expertos, del éxito de las negociaciones depende la convocatoria de la cumbre en la capital bielorrusa, sede desde un principio de las negociaciones de paz.

La anterior ronda terminó en un absoluto fracaso, ya que los negociadores prorrusos no reconocieron a Kuchma como representante plenipotenciario de Kiev.

Poroshenko ha expresado su esperanza de que la cumbre con sus colegas de Rusia, Vladímir Putin, Francia, Francois Hollande, y Alemania, Angela Merkel, sea productiva a la hora de lograr una solución duradera al conflicto, que estalló en abril de 2014.

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