Una explosión en la planta de luz fuerza su cierre y alarma a Patraix

Sin embargo, la alcaldesa, Rita Barberá, decretó ayer, a las pocas horas, que se precintara para «garantizar la seguridad de los vecinos» y planteó al Gobierno el cambio de ubicación. Además, reclamó a Madrid un plan para garantizar que no habrá cortes de luz tras su clausura. Fuentes del sector eléctrico dijeron ayer que no creen que el cierre de la planta provoque cortes de luz en el barrio.

La Síndica de Greuges (Defensora del Pueblo aquí) ya pidió en febrero que se cambiara de sitio por «peligrosa», y reclamó al Ayuntamiento y al Consell que se le diera un permiso como actividad «molesta y peligrosa», y no la licencia de actividad inocua que le concedió. Pero el Ayuntamiento había hecho caso omiso a esta recomendación y a las peticiones de los vecinos.

La explosión dejó sin luz a los habitantes de unas 50.000 viviendas durante más de una hora y llenó la calle de cristales rotos. La calle Vicente Parra estuvo cortada para coches y vecinos.

Los gases que provocó el estallido eran «inocuos», según los bomberos, que llevaron equipos especiales, aunque al final no los usaron. La Policía acordonó el recinto y recluyó a los vecinos en sus propias casas.

La planta la gestionan al 50% Iberdrola y la estatal Red Eléctrica de España. La explosión sucedió en la zona que controla esta última.

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El barrio se echa a la calle otra vez

Los vecinos llevan dos años clamando contra la planta. Primero para que no la instalaran en Patraix y luego, una vez abierta, para que la trasladaran. Temen que dañe su salud. Ayer, cientos de ellos salieron a la calle de nuevo. Además, desde la asociación de vecinos Favara reclamaron la cabeza de la alcaldesa y de su concejal de Actividades, Vicente Igual, por el incidente. Explicaron además que las explosiones no son infrecuentes en estas plantas (hablaron de 35 incendios en otras de España), pero sí es excepcional, dicen, que estén a 200 metros de casas.

Así lo vivieron los vecinos

Obdulia Martínez, vecina del barrio. «Esto ha sido sólo un aviso». Esta vecina vive en una calle cercana, por la que pasan los cables de alta tensión que alimentan a la planta eléctrica. «Me he enterado porque se ha ido la luz y también por el ruido».

Agustín López, protestaba cuando explotó. «Ha sido como una bomba». Agustín protestaba frente a la planta eléctrica «como todos los días» desde las 7.30 horas. «Nos hemos tenido que retirar, y el chorro de humo nos ha irritado la garganta».

Ramón, responsable de la Asociación de Vecinos de Favara. «La explosión ha despertado a mi hija». Vive en una finca que da a la instalación y el impacto le ha sobresaltado. «El humo olía como a ácido  y estaba toda la calle llena de cristales».