Tras permitir el restablecimiento del tráfico, los trabajadores se dirigieron al edificio de la Xunta y en el trayecto quemaron varios contenedores.

Una vez dentro del inmueble, los manifestantes tiraron por las ventanas numerosos papeles (copias de documentos en proceso de reciclaje, según afirmó el delegado provincial de Trabajo, Pedro Borrajo) y descolgaron unas banderas, mientras que el resto de los huelguistas se congregaban fuera.

Además, el ministro de Industria, Joan Clos, visitó ayer la ciudad de Vigo y apeló al «diálogo» para resolver el conflicto. También recordó la urgente necesidad de «normalizar las relaciones laborales».

Por su parte, el representante de CC OO, Ramón Sarmiento, advirtió de que en la huelga «está todo justificado» si se actúa colectivamente.

Un convenio roto

Las dos principales quejas por  parte de los sindicatos son: el incumplimiento de la Agencia de Bolsa de Empleo y que no se contrata de manera fija al 45% de los trabajadores temporales, algo que está aprobado por convenio.

Por el momento, los sindicatos y la patronal no han  llegado a un acuerdo y volverán a reunirse hoy para negociar.

En mayo del año pasado los sindicatos mantuvieron otra huelga que se resolvió con el actual convenio, el mismo que ahora no se cumple, lo que ha desembocado en una nueva crisis.

2.000 astilleros en ‘guerra’

Unos 2.000 trabajadores del sector naval de Vigo han secundado la huelga indefinida tras la ruptura de conversaciones entre sindicatos y patronal.  Además, los astilleros  han llamado a los trabajadores del metal a secundarla. Previsiblemente,  unos 12.000 trabajadores del metal se unirán a las manifestaciones el próximo lunes si el conflicto no se resuelve por esas fechas. Por el momento, ya han sido detenidos tres huelguistas por provocar altercados, que fueron puestos después en libertad.