Madrid, la cuna del requiebro y el chotis

Con el pregón de Joaquín Sabina  se iniciaron ayer las castizas fiestas en honor de patrón de la ciudad.
Miles de madrileños se congregarán, como cada año, en la pradera del santo, visitarán la ermita y se empaparán de viejas y festivas tradiciones. Joaquín Sabina será este año el maestro de ceremonias.
Miles de madrileños se congregarán, como cada año, en la pradera del santo, visitarán la ermita y se empaparán de viejas y festivas tradiciones. Joaquín Sabina será este año el maestro de ceremonias.
Foto
Miles de madrileños se congregarán, como cada año, en la pradera del santo, visitarán la ermita y se empaparán de viejas y festivas tradiciones. Joaquín Sabina será este año el maestro de ceremonias.
Son días de bullicio y de jarana, y la vocación castiza –si alguna vez la hubo en esta villa y corte de nuestros inconfesables pecados– encontrará el escenario perfecto y engalanado en los lugares más emblemáticos de la ciudad. El pregonero de este año será Joaquín Sabina que, con su voz rasgada, convocó ayer á a los ciudadanos que quieran unirse a las fiestas de la capital.

La diversión está servida y hay actividades para todas las edades y gustos. Desde el chotis al hip hop, todas las fórmulas y estilos conviven en estas fiestas de San Isidro 2005. Pues a pasarlo bien.

La fiesta del títere

San Isidro tendrán un espacio reservado a los niños. Las  plazas de San Andrés y de la Paja acogerán, por primera vez, una extensión del festival de títeres más prestigioso de nuestro país, Titirimundi.

Durante los diez días que duran las fiestas titiriteros de varios países se subirán al escenario para hacer reír a los más pequeños. Durante el fin de semana podremos ver a la compañía belga Batchata que  representará Ángel, la historia de un mago, su ayudante y un músico, navegando entre la poesía y la bufonada. Los títeres de cachiporra, tendrán a uno de sus representantes más genuinos con el napolitano Salvatore Gatto y su Pulcinella. Punch y Judy de la Compañía Storybox Theatre - Rod Burnet traerán la tradición inglesa de los títeres de guante hasta las  históricas plazas de nuestra ciudad.

Todos a la pradera

Sin duda, el plato fuerte más tradicional de las fiestas madrileñas es la romería a la pradera de San Isidro, que, dicen, se viene celebrando desde la muerte del santo, allá por 1172, aunque está documentada desde 1575. Fue a partir del siglo xix cuando la congregación de madrileños en la pradera cobró mayor auge. Al llegar a la ermita asistían a misa y besaban los restos del santo, conservados en un relicario del siglo xviii, y después bebían el agua de la fuente recitando estas palabras: «San Isidro hermoso, / patrón de Madrid, / que el agua del risco / hiciste salir».

Fieles a la tradición, este año los madrileños acudirán masivamente a la pradera. Una oportunidad para compartir diversión entre los ciudadanos ataviados con los trajes típicos de chulapos y chulapas: vestido chiné y mantón de Manila, las mujeres; gorrilla (parpusa), pañuelo (safo), chaqueta (chupa), pantalón (alerones) y zapatos (calcos), para ellos.

Además, se podrán probar los tradicionales barquillos, buñuelos, rosquillas (tontas, listas y de Santa Clara) y churros rellenos... y «limoná pa’ no atragantarse», que diría un castizo. Un día al aire libre para cantar, bailar, comer y beber (Domingo 15, todo el día).

Cita en las vistillas

El parque se vestirá de gala para convertirse en el lugar de encuentro al aire libre. Un espacio donde charlar, cenar o bailar y un escenario que acogerá música popular de muy diferente índole. Esta misma noche actuará la formación cubana  Habana Abierta y en los días siguientes podremos escuchar zarzuela, el tradicional cuplé, orquestas populares, música celta o jazz.

Los bueyes araban solos

Nacido en el siglo xi, se casó con María Toribia (después Santa María de la Cabeza). Tuvieron un hijo, Illán, que también subiría a los altares. Isidro era jornalero del rico Juan de Vargas, quien con sus propios ojos vio como los bueyes del santo araban solos la tierra. Murió a los 90 años. Fue enterrado en la parroquia de San Andrés (plaza de los Carros). Su cuerpo se conserva incorrupto en la colegiata que lleva su nombre, en la calle de Toledo.

LEE EL PREGÓN COMPLETO de Joaquín Sabina

Mostrar comentarios

Códigos Descuento