Las muertes violentas han crecido en Madrid en 2014. A falta de doce días para terminar el año, los cuerpos locales, la Policía Nacional y la Guardia civil han registrado 42 homicidios, seis más que los que se produjeron en 2013 (+16,6%). El último tuvo lugar este jueves, 17 de agosto, cuando una mujer fue encontrada dentro de su coche en el aparcamiento próximo a la estación de metro de Valdelasfuentes, en Alcobendas, con contusiones en la cara y un orificio de objeto punzante en la garganta.

Violencia machista. De los 42 crímenes, siete se produjeron como consecuencia de la violencia machista, que desciende —según los datos provisionales recopilados por este diario— respecto a los nueve contabilizados un año antes.

La primera víctima del año fue, precisamente, Patricia Souza Leal, apuñalada en la espalda por su novio el 16 de enero en su casa del distrito de Usera. Fue encontrada desnuda, sobre la bañera y con un cuchillo clavado en la espalda. El 28 de abril, un hombre se vengaba de su expareja degollando a su hijo de 18 meses y apuñalando al mayor, de 5 años, que sobrevivió.

El 25 de noviembre fueron hallados en un pozo de Zamora los cuerpos de Adolfina Puello y su hija Argelys. El compañero de la mujer les quitó la vida en Madrid en junio y trasladó los cuerpos a una finca familiar.

Atracos o asaltos. Cinco personas fallecieron durante atracos o asaltos a viviendas. Entre ellos están una dependienta de nacionalidad china que regentaba una tienda en Moratalaz y que fue malherida por un ladrón el 2 de enero. También la mujer que recibió el impacto de un recambio de automóvil cuando los ladrones de una nave de El Álamo huían el 19 de junio. O el vecino de Alcobendas que fue hallado muerto el 3 de noviembre tras recibir una paliza en su domicilio.

Los altercados y reyertas dejan otros siete muertos, como el varón de 58 años que asesinó a su compañero de piso —de 69— en Alcorcón el 20 de marzo y convivió tres días con su cadáver. El 11 de octubre, un conductor de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) fue arrollado por el hombre que había embestido su coche en la Avenida de los Poblados.

El último de ellos ha sido Jimmy, el hincha del grupo ultra Riazor Blues al que componentes radicales de Frente Atlético lanzaron al río Manzanares tras una pelea multitudinaria previa al Atlético de Madrid-Deportivo de la Coruña del 30 de noviembre.

Otros casos. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado también investigan el hallazgo del cadáver desmembrado de un hombre en Las Rozas el pasado mes de abril. Su compañero de piso fue detenido al sospecharse que se trataba de un crimen pasional. El 18 de junio fue detenido un ciudadano belga acusado de estrangular y descuartizar a una turista danesa en un piso cercano a la Puerta del Sol de la capital. Después, quemó el piso para borrar pruebas. Aún no se ha esclarecido si el hombre que fue tiroteado en Usera en la Avenida de córdoba de Usera el 12 de septiembre murió en un ajuste de cuentas.

Fuentes policiales aseguran que este repunte de los homicidios no convierten a Madrid en región más insegura, dado que algunas de las muertes se deben a circunstancias "inhabituales", como la reyerta entre ultras del fútbol de finales de noviembre, el asesinato de un bebé a manos de su madre el 5 de septiembre o el suicidio de una mujer en El Molar tras matar a sus padres, de 85 años.

"Estamos por debajo del medio centenar de muertes que se registró de 2007 a 2009 [en 2008 el pico fue de 69] y eso significa que permanecemos lejos de otras capitales europeas, donde la media es de 55 o 65", insisten las mismas fuentes.