La cantante Lady Gaga ha sido la última famosa a la que un vestido le ha jugado una mala pasada al marcar su tripa y levantar todo tipo de especulaciones. Ocurrió el pasado jueves, cuando la artista posó ante las cámaras con un ajustado vestido rojo de lentejuelas al salir de un hotel, antes de dirigirse a una cena privada organizada por la revista semanal Bloomberg Businessweek, como reveló posteriormente en Twitter.

El vestido, del estilista Brandon Maxwell, no ha pasado desapercibido tampoco para la prensa anglosajona. De color rojo intenso, lentejuelas y con escote corazón, algunos medios han comparado su atuendo con el del dibujo animado Jessica Rabbit (¿Quién engañó a Roger Rabbit?).

Otra famosa a la que recientemente le pasó algo similar fue Jennifer Aniston, que en el estreno de Life of Crime en agosto apareció con un vestido, en este caso holgado, que mostraba una incipiente barriguita. Aniston negó rotundamente cualquier rumor sobre un posible embarazo.

La propia Lady Gaga colgó en su perfil de Instagram un posado con el vestido, eso sí, tomada de frente.