La decepción por la elección de Londres como sede de los Juegos Olímpicos de 2012 el verano pasado y el anuncio de la candidatura olímpica de Madrid también para 2016 han marcado la crónica deportiva de esta legislatura. Además, el aumento de festivales de danza y música, la polémica apertura del campo del golf del Canal y el cierre de algunos cines han sido los puntos negros en ocio y cultura.

Olimpismo: El apoyo unánime a la reelección de Madrid como ciudad candidata a los Juegos de 2016 ha sido uno de los pocos puntos en que PP, PSOE e IU se han mostrado en sintonía en materia deportiva. Con esto se quería aprovechar el trabajo realizado durante la candidatura de 2012. Pese a este apoyo, la oposición ha criticado que el Ayuntamiento de Madrid invierta en deporte «sólo para las élites, mientras que las tasas de los polideportivos municipales no hacen nada más que subir». El polémico campo de golf del Canal ha enfrentado a los vecinos y la Comunidad. Éstos le han criticado que haya quitado una zona verde.

Bibliotecas

El Plan de Fomento de la Lectura anunciado a bombo y platillo por la Comunidad no se puso en marcha hasta 2006, y el ratio de habitantes por biblioteca ronda los 95.000, «demasiados», según el PSOE.

Festivales

Al elevado número de festivales (Festival de Otoño, Madrid en Danza, Teatralia...) se le han sumado desde el año pasado La Suma Flamenca y el Festival Lírico de San Lorenzo de El Escorial.

Patrimonio

Se ha puesto en marcha el ‘1% cultural’ (porcentaje del presupuesto que se destina a conservación y adquisición del patrimonio histórico y artístico).

‘Botellón’

Aunque los programas de La Tarde y la Noche más Joven han intentado ofrecer alternativas de ocio, los vecinos denuncian que aún hay botellón.

Teatro del canal: Estaba anunciado para finales de 2004, pero sigue en obras.

El ocaso de la Gran Vía

La Gran Vía, durante años eje central de la actividad cultural y social de la capital, está pasando a ser un nuevo eje comercial. Desde que en 2005 el Ayuntamiento de Madrid aprobara la ley que permite el cambio de uso del suelo de los cines de la capital, 12 salas han desaparecido. El último, el mítico cine Avenida, que, junto con la sala de fiestas Pasapoga, pasarán a ser un centro comercial.