El Ayuntamiento limita las terrazas y los bares en Azca, pero 130.000 vecinos aún sufren ruido

Zona comercial y de ocio del complejo de oficinas Azca.
Zona comercial y de ocio del complejo de oficinas Azca.
JORGE PARÍS
Zona comercial y de ocio del complejo de oficinas Azca.

Moncloa-Aurrerá, Centro y, ahora, Azca. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves la declaración de una nueva Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) junto al eje de la Castellana. Una medida que ya se aplica en áreas como Malasaña (33.666 habitantes), La Latina (23.892), Huertas (11.084), Lavapiés (casi 47.000) o Chueca  (17.057 habitantes) y que, sin embargo, no ha acabado con las molestias, que aún padecen más de 130.000 vecinos.

"Estamos tan contentos que desde el barrio de los Austrias-Ópera, Huertas, La Latina y, probablemente, Lavapiés vamos exigir a la alcaldesa por escrito que reduzca el horario de los bares, que aquí nunca se ha aplicado", ironiza Saturnino Vera, de la Asociación de Vecinos Cavas y Costanillas. "Sin ello, es imposible que baje el ruido. Por si fuera poco, el Ayuntamiento permite nuevos negocios en Cava Baja 4 y Costanilla de San Andrés, a pesar de que está prohibido", añade.

En Malasaña, como en La Latina, Huertas o Lavapiés, el exceso de decibelios sigue siendo evidente. "Se controló el botellón, pero el ruido sube los fines de semana. La gente sale de los bares y se toma la cerveza apoyada en los coches", critica la asociación Acibú (barrio de Universidad). La situación se extiende al barrio de Chueca, otro punto neurálgico de la vida nocturna de la ciudad.

"Si hablamos de la zona centro, la culpa no es de los bares. Cualquiera que vaya verá puestos de comida rápida que incitan a la gente a consumir en la calle y lateros vendiendo cerveza a todas horas. Además, están los comercios al por menor con libertad horaria. Esos son los culpables, pero la Policía no los controla", advierte un portavoz de la Plataforma por la Calidad del Ocio y el Turismo.

Más vigilancia

La ZPAE de Azca, beneficiará a unos 5.000 vecinos, estará delimitada por las calles de Raimundo Fernández de Villaverde al sur, la Avenida de Brasil al norte, el Paseo de la Castellana al este y la calle de Orense al oeste, conocidas por su actividad empresarial durante el día y por sus locales de copas por la noche.

Se dividirá en dos partes. La primera es la 'zona de contaminación acústica baja', que incluye la calle de Orense (entre los números 48 y 50), la Avenida de Brasil ( 12-24, 9-13 y 21 y 30), Capitán Haya (2-24 y 1-21) y General Yagüe (10-20 y 5-13). Aquí, se reducirá media hora el horario de las terrazas en verano y se condicionará la apertura de nuevos locales a la existencia de una distancia de 30 metros entre ellos.

La 'zona de contaminación acústica alta', más restrictiva, se extenderá entre las calles de Orense (6 -48 y 11-67), la Avenida de Brasil (2-10, 1-7, 15-19 y 26-28), Pedro Teixeira (6-12 y 5-9), Capitán Haya (9 y 11, fachada a C/Pedro Teixeira), General Perón (28-38 y 25-31), Plaza Carlos Trías Bertrán (1-4, 7 y 8) y el paseo interior desde la plaza Carlos Trías Beltrán a la plaza de Manuel Gómez-Moreno (1-6). La entrada en vigor de la medida supondrá un veto a la creación de negocios y que los veladores se desmonten con una hora de antelación en verano y con media hora el resto del año.

El Ayuntamiento asume, además, el compromiso de controlar la doble fila y los horarios y espacios de carga y descarga, obligando a todos los propietarios que inicien una actividad comercial u hostelera a disponer con carácter exclusivo de un número de plazas de aparcamiento igual al 10% de su aforo en un radio máximo de 200 metros.

"No estamos contra los empresarios"

Esta nueva ZPAE es fruto de las reivindicaciones vecinales y de las mediciones realizadas por el Área de Medio Ambiente. Su titular, el concejal Diego Sanjuanbenito, detalló este jueves que los residentes en la zona con ruido bajo soportan casi 5 decibelios más de lo permitido por la normativa (65 decibelios durante el día y 55 durante la noche). En la zona con ruido moderado las estridencias alcanzan los 10 decibelios de más.

"El origen del ruido está en los locales de copas y similares. Es una realidad palmaria. No estamos en contra de los empresarios, pero, después de años martirizados, por fin se va a conciliar nuestro derecho al descanso con la actividad económica", aseguró a 20minutos el presidente de la asociación de comunidades de vecinos Comunazca, Luis Marín.

Los negocios de Azca, en cambio, rechazan la medida de manera frontal. "No vamos a entrar en la inconsistencia de las mediciones —tres períodos en 5 años y 19 puntos—, pero esto es un atropello a las pymes. Aquí hay suciedad, falta iluminación, personas sin hogar que duermen en la calle y concentración de jóvenes, pero Javier Rubio —coordinador municipal de Sostenibilidad y Movilidad— carga contra nosotros, que tenemos los locales insonorizados", denuncian los empresarios.

"Esta es una zona de copas con ruido moderado y mucho tráfico. El propio Ayuntamiento admite que en una parte solo hay ruido bajo. A pesar de eso, solo se imponen medidas a los locales de ocio. Se cargan la imagen de Madrid", insiste el colectivo.

El próximo paso del Ayuntamiento sería llevar la protección hasta el entorno de Julián Romea, en Chamberí, aunque la Asociación de Vecinos El Organillo no ha recibido novedades, toda vez que el incremento de la presencia policial "parece" haber contenido el barullo, según su presidente, Paco Osanz.

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