Ahora, sin embargo, los turismos ruidosos también están en el punto de mira, tanto de los agentes locales, como de los responsables del centro medioambiental que tiene el Ayuntamiento de Bilbao en Elorrieta.
En 2006, la Policía Local multó a tres conductores cuyos vehículos superaban los decibelios permitidos. La sanción alcanza los 300 euros. «No es lo más habitual, pero hay coches que arman mucho escándalo», explica el director del Medio Ambiente del Ayuntamiento bilbaíno, Javier Lasa.
En realidad, los coches sancionados son muchos menos que las motos: 35 motoristas fueron multados en 2006. Pero, es un comienzo. La tendencia, de hecho, está cambiando. El Ayuntamiento bilbaíno inició en 2001 una intensa campaña para acabar con el estruendo de los tubos de escape.
Tubos trucados o estropeados
El ruido que causa una moto con el tubo trucado se penaliza con su retirada al depósito de Zorrozaurre. El dueño tiene que sufragar el consiguiente costo y pagar una fianza de 150,25 euros que se le devuelven tras la reparación, que está obligado a realizar en 15 días. Si el tubo está estropeado, la multa es de 300 1. No obstante, estudian multar también con esta cantidad a las trucadas.
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