Los ciclistas urbanos sí podrán circular por los bulevares y utilizar las vías y calles restringidas al tráfico en Zaragoza a pesar de la prohibición de ir por las aceras y zonas reservadas al peatón. Sin embargo, el Ayuntamiento de la capital aragonesa es inflexible con las zonas peatonales, que quedan totalmente vetadas a la bicicleta.

Lo ha adelantado la consejera municipal de Servicios Públicos, Carmen Dueso, que ha presentado a los colectivos ciclistas las conclusiones de la comisión técnica y jurídica encargada de analizar las posibilidades de flexibilizar la prohibición.

Después de estudiar los posibles resquicios que deja la sentencia del Supremo que obligó a modificar la ordenanza de la bicicleta, los técnicos municipales estiman que los bulevares, al ser zonas verdes, quedan abiertos a las dos ruedas. Los ciclistas podrán circular así por el bulevar de Sagasta o el del eje del tranvía en Fernando el Católico y Gran Vía, así como por el de Constitución.

También podrán ir las bicicletas por las calles restringidas a residentes, carga y descarga y taxis ocupados, como Valenzuela, Coso, Galo Ponte, Méndez Núñez, Cinco de Agosto, el acceso a Don Jaime desde el Puente de Piedra y Echegaray o César Augusto y San Miguel, entre otras vías.

No ocurre lo mismo con las calles estrictamente peatonales. En este caso, el Consistorio descarta la posibilidad de establecer zonas no motorizadas, algo que pedían tanto los colectivos ciclistas como el Observatorio de la Bicicleta. Los técnicos estiman que el Ayuntamiento no está facultado para tomar esta decisión.

Lo que sí propone el Ayuntamiento es crear sendos carriles bici en el paso central del Puente de Hierro y en la Pasarela del Voluntariado para conectar con los viales que ya hay en las riberas. Los técnicos consideran que hay espacio suficiente para construir los dos viales, que facilitarían la conexión de las dos márgenes.