La sesión trigésima del juicio del 11-M ha comenzado con el interrogatorio por vídeoconferencia —desde Bruselas— de Mourad Chabarou.
Chabarou, preso en Bélgica por su colaboración con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí —al que ha negado conocer—, testifica por sus conversaciones telefónicas con el procesado como presunto cerebro de los atentados Rabei Osman el Sayed el Egipcio, a quien conoció en octubre de 2001 en el sótano de la mezquita de Estrecho (Madrid). "Rabei Osman es una persona buena que trata bien los demás, era normal y sencillo [...], era muy desgraciado", asegura.
"Teníamos una relación comercial, para lo que disponía de su teléfono francés e italiano", matiza Chabarou, quien ha negado usar un lenguaje codificado con el Egipcio: "Rabei habla árabe literario y el intérprete de la policía belga no [...], malinterpretó algunas de sus palabras", asegura.
Conversación telefónica
El Egipcio preguntó al testigo —durante esa conversación— si conocía a Serhane el Tunecino y a Fouad el Morabit: "Contesté que a Fouad sí lo conocía, pero no le dije nada sobre Serhane", asegura Chabarou.
Cuando el Egipcio le dijo por teléfono que habían fallecido una serie de compatriotas suyos —los suicidas de Leganés—, Chabarou contestó, como musulmán, que "Dios sea clemente con estos muertos [...], pensaba que habían muerto en un accidente de coche".
Muchas cosas
"Nunca supe qué tenía que decirme, porque me detuvo la policía belga", asegura Chabarou, quien tras esta conversación telefónica intentó volver a ponerse en contacto de nuevo, pero "el teléfono estaba ocupado todo el tiempo".
La fiscal Olga Sánchez ha preguntado al testigo si recordaba una conversación con el Egipcio el 24 de mayo de 2004 "a las 12.20 del mediodía", sin embargo, los problemas de traducción han demorado la respuesta: "Sí, me contó que tenía problemas con su esposa", asegura Chabarou, quien ha matizado que no sabe si se lo dijo "por teléfono o directamente en Francia".
Posteriormente, Chabarou y el Egipcio quedaron —por teléfono— en hablar mediante el correo electrónico, pero la policía belga interceptó la conversación y le detuvo.
En esa conversación, Chabarou dijo también que "iba a hacer una viaje definitivo": "Me refería a que iba a viajar a Gran Bretaña y no iba a regresar más a Francia o Bélgica", matiza.
Su relación con Fouad
La Fiscalía ha preguntado también a Chabarou sobre su relación con Afallah —presunto partícipe en el 11-M y muerto en Irak—, pero el testigo ha contestado que no le conocía.
No obstante, y ante la presencia de sus huellas dactilares en el domicilio del testigo, éste aseguro que no sabía si era una de las personas que alojó en su casa.
Rabei y otros procesados
La fiscal ha insistido acerca del posible papel que jugaba Rabei Osman el Egipcio en la mezquita de Estrecho y su posible influencia en algunos de los procesados: "No me consta que tuviera ningún papel especial (...), rezábamos cinco veces al día, él estaba todo el rato con los 'sin papeles' y nada más", asegura.
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