Esta es una de las conclusiones a las que han llegado las autoras de un estudio del Observatori del Sistema Penal i Drets Humans (OSPDH) de la UB, presentado ayer, después de investigar el estado de la cuestión con todos los agentes implicados.

Cambios en la ubicación

Dado que la Ordenanza de Civismo, aplicada desde 2006, no permite que las prostitutas ejerzan en la calle y prevé sanciones de hasta 600 euros por este motivo, muchas de ellas han buscado lugares alternativos donde trabajar.

De esta forma, el mapa de la prostitución en las calles de Barcelona ha cambiado y en zonas como Arc de Triomf y Marina se ha llegado incluso a erradicar.

Así lo indicaba una de las autoras del estudio, la investigadora del Observatori, Gemma Nicolás, quien indicó además que, hablando con hasta 35 actores implicados, han percibido como "el número de trabajadoras sexuales en las calles ha decrecido mucho".

En el Raval, todo sigue igual

En el barrio del Raval y en la ronda de Sant Antoni, en cambio, el ejercicio de la prostitución continúa, pero "las trabajadoras sexuales son perseguidas y multadas", informó Nicolás.

Sin poder ejercer en la calle, las prostitutas se han dispersado por las carreteras secundarias más transitadas, tanto las cercanas autovía de Castelldefels y carreteras del Maresme, como las tradicionales carreteras de la Jonquera.

Los clubes se han convertido en otra alternativa, pero, apuntaba Gemma Nicolás, «las trabajadoras sexuales sufren condiciones más duras y dependen de terceros».

Sin cambios en el Camp Nou

En los alrededores del Camp Nou el ejercicio de la prostitución se ha mantenido y apenas se multa por ello. «Es como una zona de tolerancia», explicaba ayer una investigadora del Observatori, y lo atribuyó a que no hay vecinos en la zona del campus universitario.