Los sacerdotes de la iglesia roja de Entrevías no saben si estar alegres o tristes.

"Estamos muy contentos con la respuesta de la gente el domingo", explicaba ayer Pepe Díaz, uno de los párrocos, en alusión a la multitudinariamisa del Domingo de Resurrección, "pero muy preocupados por la situación en la que está la parroquia".

La iglesia San Carlos Borromeo, en Puente deVallecas, está pendiente de que el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, firme la orden definitiva de cierre, con el consiguiente cese de las liturgias y la entrega del templo a Cáritas de Madrid.

El Arzobispado echa en cara a la parroquia que tanto la liturgia como la catequesis no se ajustan a la doctrina oficial.

"Vemos muy difícil que el Arzobispado se eche atrás", señaló Díaz, "La Iglesia tarda mucho en dar pasos, pero cuando los da, no suele dar marcha atrás", se lamentó ayer el sacerdote.

Los tres párrocos, que ofician en ropa de calle y dan a comulgar pan, van a seguir celebrando misas y les han dado el poder de decidir el futuro de la parroquia a su heterodoxa feligresía. Ellos, los que usan la iglesia, decidirán mañana en asamblea cómo defenderla.