El llamamiento fue hecho antes de la oración del Regina Coeli, que en este periodo litúrgico sustituye el Angelus.

Joseph Ratzinger recordó a los congregados en el patio de la residencia que "el domingo de Pascua es un momento absolutamente especial, que se extiende durante toda esta semana hasta el próximo domingo, en lo que se llama la octava de Pascua".

Y citó el encuentro entre Jesús, que según la tradición cristiana había resucitado, y las mujeres, a las que dijo: "no temáis, id a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea y allí me verán".

"El Resucitado repite que no tengan miedo en hacerse mensajeras del anuncio de su resurrección. No hay nada que temer por parte de quien encuentra a Jesús resucitado y a Él se confía dulcemente", añadió Joseph Ratzinger.

Luego animó a sus seguidores a la evangelización cuando dijo: "este es el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los más remotos confines del mundo".

Y añadió: "En nuestra existencia cotidiana, queridos amigos, son tantas las ocasiones para comunicar a los otros nuestra fe en modo simple y convencido. Es cuando menos urgente que los hombres y las mujeres de nuestra época conozcan y encuentren a Jesús y que, gracias también a nuestro ejemplo, se dejen conquistar por Él".

El papa se quedará hasta el próximo sábado en Castelgandolfo, cuando regresará al Vaticano, aunque antes interrumpirá sus vacaciones el miércoles para asistir a la audiencia general en la Plaza de San Pedro.