Los maquinistas ferroviarios, tras el accidente de Angrois: "Ha habido persecución al colectivo"

  • El accidente de Santiago les puso en el punto de mira. Se sienten "muy vigilados".
  • Aplauden nuevas medidas como los reconocimientos médicos anuales, pero se revuelven ante las grabaciones de su actividad profesional en cabina.
  • Critican la falta de apoyo de Renfe a su compañero Francisco Garzón, el maquinista a los mandos del Alvia a Santiago.
Un tren de alta velocidad (AVE).
Un tren de alta velocidad (AVE).
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Un tren de alta velocidad (AVE).

El sindicato español de maquinistas y ayudantes ferroviarios, Semaf, denuncia "ánimo persecutorio" por parte de Renfe con sus representados desde el mismo día del accidente de Santiago de Compostela. "Ha habido persecución al colectivo. Nos sentimos mucho más vigilados", señala el presidente del Semaf, Juan Jesús García Fraile.

García Fraile asegura que el accidente de hace justo un año —en el que murieron 80 viajeros y más de 140 resultaron heridos de consideración— y por el que fue único detenido el maquinista Francisco Garzón, hizo que el colectivo se concienciara más de su gran responsabilidad, pero también les colocó en el punto de mira, reforzándose la vigilancia sobre su actividad profesional.

El presidente del Semaf, que lleva 16 años y 7 legislaturas representando al 77% de los profesionales de la conducción en ferrocarriles, critica "la aparente neutralidad de Renfe, que no es tal" en la investigación del accidente ferroviario y reprocha a la empresa "falta de apoyo a su trabajador", el maquinista que conducía el Alvia, Francisco José Garzón. El sindicato lamenta además que Renfe siga negando haber recibido quejas de un jefe de conductores de Ourense sobre la peligrosidad de la curva de A Grandeira.

En el día a día, los maquinistas no han modificado sustancialmente su forma de trabajar. Sin embargo, muchas de las 22 medidas que la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció al mes de la tragedia en el Congreso de los Diputados les afectan de lleno. El colectivo, que apenas se ha renovado en los últimos años y tiene una edad media de entre 47 y 60 años, está a favor de algunas de las novedades, pero fervientemente en contra de otras.

Entre las medidas que aplauden está la obligación de pasar reconocimiento médico y examen psicofísico con una cadencia anual. Hasta ahora se hacía según tramos de edad de los maquinistas: cada tres años a los más jóvenes, anuales a partir de los 55 años. "Nos parece bien que se hagan más revisiones, siempre que no sea con ánimo persecutorio", opinan en el Semaf. No se muestran tan partidarios, sin embargo, de la grabación en vídeo de su actividad en cabina, para lo que Fomento ha sacado un concurso por valor de 4 millones de euros.

"Si graban en vídeo, que la cámara enfoque a la vía en todo momento. A nadie le importa si el maquinista conduce con las piernas cruzadas o sin cruzar", pide García Fraile.

El maquinista Garzón recibió una llamada de un interventor segundos antes de que tuviera que frenar el convoy. Esa llamada ha motivado una nueva regulación en el uso de la telefonía corporativa de los conductores. El semaf asegura no conocer los detalles, pero lo quieren mirar con lupa. Opinan que el teléfono es vital para la seguridad del ferrocarril y piden que todos los empleados tengan muy claro cómo deben operar.

Garzón, "más confiado"

Desde el accidente García Fraile ha estado en dos ocasiones con Francisco Garzón, el conductor y único imputado en la causa que ha declarado ante el juez. La primera visita se la hizo al día siguiente del accidente, en el hospital donde lo encontró "hundido". La segunda visita tuvo lugar hace unos tres meses, debido a que el despacho de abogados del sindicato se hizo cargo de su defensa. Esta vez el encuentro fue en Madrid, donde Garzón vino a entrevistarse con sus letrados. "Ha sufrido mucho, ha estado con psicólogos y sigue de baja laboral. Pero le encuentro más confiado. Sabe que pudo equivocarse, no niega el exceso de velocidad, pero piensa, como nosotros, que es una víctima más de las circunstancias de la línea Ourense-Santiago, que no eran las adecuadas".

El letrado del maquinista Garzón coincide en que "la responsabilidad del accidente, al menos la más grande, no es suya sino de la carencia de infraestructuras". El abogado explica que su defendido "está fastidiado". "El golpe fue duro, se sigue recuperando... Aún está de baja por las lesiones y por el shock postraumático". Sobre cómo esta viviendo el aniversario del accidente, el letrado teme que la exposición en los medios de la tragedia pueda "crear un retroceso en su estado de salud".

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