Caja Madrid dice que si reabre el Palacio de la Música no podría mantener la Casa Encendida

  • Fundación Caja Madrid asegura que no fueron ellos quienes cerraron el edificio como equipamiento cultural.
  • Aseguran, además, que intentaron reabrir el espacio como auditorio, pero que no pudieron por problemas de infraestructura.
  • Una empresa textil podría estar interesada en comprar el edificio para montar una tienda de ropa.
Edificio del Palacio de la Música, en la Gran Vía madrileña.
Edificio del Palacio de la Música, en la Gran Vía madrileña.
JORGE PARÍS
Edificio del Palacio de la Música, en la Gran Vía madrileña.

La iniciativa ciudadana para impedir que el Palacio de la Música se convierta en una tienda de ropa ya ha alcanzado las 55.000 firmas en change.org, según ha manifestado Fran Hernández, impulsor de la idea, a 20minutos. Sin embargo, nada parece que vaya a detener el fin de este edificio como equipamiento cultural. Fundación Caja Madrid, los actuales propietarios del inmueble, aseguran que desde hace dos años no son financiados por ningún tipo de entidad financiera, y que si reabren por su cuenta el Palacio de la Música no podrían mantener la Casa Encendida, otro emblemático espacio cultural de Madrid.

El Palacio de la Música cesó su actividad en 2008 y Caja Madrid adquirió el inmueble con la intención de devolverle su uso original de auditorio musical. Caja Madrid invirtió 28 millones en la compra y otros 4 en reformas, pero el proyecto quedó paralizado en 2012 tras la intervención estatal en Bankia. Esta entidad comentó hace unos días en la propia página de change.org que ya no son los dueños del edificio, y que el mantenimiento del mismo corresponde a Fundación Caja Madrid, con los que no tienen "ningún tipo de relación societaria desde hace más de dos años".

De momento, el cierre definitivo de la operación de venta a una empresa textil depende de que el Ayuntamiento de Madrid elimine la validez del grado máximo de protección que el edificio ostenta desde 2008, que impide la remodelación interna del mismo y su uso para otro fin que no fuera el cultural. El pasado febrero, Ana Botella, la alcaldesa de la ciudad, dio su visto bueno a que una marca comercial operara en el Palacio de la Música "para generar empleo y actividad económica".

En respuesta a la petición de change.org, que ha sido apoyada por personajes del mundo de la cultura como el Gran Wyoming o Santiago Segura, la Fundación Caja Madrid ha manifestado su intención de que Palacio de la Música "pueda abrir como auditorio, si bien las circunstancias actuales están lejos de las que llevaron en su día a la extinta Caja Madrid a tomar la decisión de poner en marcha este proyecto", según un explica un portavoz de la fundación.

Según este mismo portavoz, la intención tras adquirir el edificio era la de levantar un nuevo equipamiento cultural, pero algunos problemas de infraestructura hicieron que se replantearan la idea: "La suma del importe de la hipoteca que aún queda por pagar y de las obras para reconvertir el espacio en auditorio es de 43 millones de euros. Antes podíamos pagarlo porque recibíamos 278 millones de euros al año de Caja Madrid. Sin embargo, ahora mismo no recibimos dinero de ninguna entidad financiera y las obras sociales se están realizando con ahorros de años anteriores y recursos nuevos que se están empezando a gestionar. De hecho, nuestro presupuesto anual no supera los 30 millones de euros. Llevar a cabo este proyecto nos impediría pagar las decenas de colegios y guarderías que mantenemos, o la Casa Encendida, otro hito cultural de Madrid".

Un crédito de la propia Bankia

Parte de este crédito que Fundación Caja Madrid paga por el edificio va a la propia Bankia. El propio banco ha reconocido que "si recibiéramos cualquier solicitud la analizaríamos como hacemos con todos los clientes". Rafael Spottorno, exdirector la Fundación Caja Madrid, dijo en 2008 que la compra del Palacio de la Música era para evitar que se convierta "en otro centro comercial".

"Nuestra petición intenta que la Gran Vía vuelva a recuperar su esplendor cultural y cese la imparable transformación que la está reconvirtiendo en un centro comercial para las grandes marcas. En realidad, esto no es nada nuevo. Antes de presentar la solicitud en change.org entregamos varias solicitudes a la Comunidad de Madrid para que convirtiera el espacio en un Bien de Interés Cultural (BIC), pero nunca llegaron a  contestarnos", explica Fran Hernández.

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