Pelayos se moviliza contra la instalación de una depuradora a 200 metros de las casas

  • El Canal de Isabel II ha aprobado inicialmente el proyecto para construir una estación de regeneración en Pelayos de la  Presa.
  • El municipio, que vive del turismo y de su proximidad al Pantano de San Juan, rechaza el  emplazamiento elegido.
  • La Comunidad de Madrid puede declarar la obra de interés general y obviar los informes negativos del  Ayuntamiento.
Situación de la futura estación depuradora de aguas de Pelayos de la Presa.
Situación de la futura estación depuradora de aguas de Pelayos de la Presa.
20minutos / Google Maps
Situación de la futura estación depuradora de aguas de Pelayos de la Presa.

Una depuradora a menos de 200 metros de la puerta de casa. Esto es lo que se pueden encontrar los residentes de Pelayos de la Presa (2.537 habitantes) si el Canal de Isabel II sigue adelante con sus planes.

La Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid comunicó el pasado mes de abril la aprobación inicial del plan especial que permitirá a la sociedad pública construir la nueva estación de regeneración de aguas residuales (EDAR) de la zona, que dará servicio al propio Pelayos y al vecino San Martín de Valdeiglesias.

El lugar escogido es un solar vacío delimitado por la Avenida de Marcial Llorente, el arroyo de Las Labores y la M-501, justo al lado de la futura estación de tratamiento de agua potable (ETAP), que está en construcción. Sin embargo, los vecinos rechazan de plano esta ubicación, ya que se encuentra justo frente a la gasolinera que franquea la entrada principal del pueblo y a apenas dos centenares de metros del núcleo urbano.

"Mi casa está a cinco minutos. No hay precedentes de una obra así. Es una estupidez poner la EDAR junto a la potabilizadora o junto a viviendas cuando Pelayos vive del turismo y de los que tenemos una segunda residencia. Todos los expertos y compañeros de profesión a los que he consultado me dicen que es una barbaridad", explica Francisco, arquitecto.

Concha, que vive en Pelayos desde hace dos décadas, tampoco quiere ni oír hablar del proyecto: "No consigo explicarme cómo se les ha ocurrido ponerla ahí. Está claro que hay que mejorar el tratamiento de aguas, pero no a costa de cargarse el pueblo, porque se lo van a cargar".

El Canal de Isabel II justifica la necesidad de la nueva depuradora en que la planta de tratamiento de Picadas, situada en las proximidades, se ha quedado pequeña y obsoleta. Según sus informes, la estación vierte aguas poco salubres al río Alberche, pero esos argumentos tampoco convencen al Ayuntamiento.

El alcalde de Pelayos, Herminio Cercas (PP) firmó el 9 de mayo un informe desfavorable en el que alertaba de que la instalación sería "altamente perjudicial" para la ciudad. "Originaría graves molestias para los vecinos y visitantes del municipio y compromete seriamente el desarrollo económico y turístico del entorno", sentenció.

Los olores, alerta Mario Cuéllar (PSOE), llegarían hasta el pantano de San Juan, la principal fuente de ingresos de la localidad, al monasterio cisterciense de San María la Real de Valdeiglesias y al cine de verano de El Molino: "Sería un desastre. Ya existe el precedente de Valdemingómez. En el Ensanche de Vallecas hay días en los que no se puede ni salir a la calle. Y eso que está a dos kilómetros de distancia".

Información escasa

Gobierno y oposición han decidido oponerse conjuntamente a la construcción y ofrecer como alternativa la ampliación de la depuradora de Picadas. "Los costes económicos de construcción y explotación se reducirán considerablemente. Además, en esa localización pasa totalmente inadvertida desde la carretera M-501 y su afección al casco urbano es mínima", justifica el Consistorio en su informe medioambiental, también negativo.

A pesar de estar de acuerdo, el PSOE critica que el alcalde apenas haya informado a los vecinos. "Es la obra más importante de la legislatura y nos hemos enterado porque una vecina lo vio en el tablón de anuncios del Ayuntamiento. Solo ha dado tiempo a presentar alegaciones y a que 226 personas las respalden con sus firmas, cuando esto afecta a todo el pueblo", critica Cuéllar.

La Dirección General de Urbanismo y Estrategia Territorial informó al concejal socialista de que la decisión queda ahora en manos de los técnicos. Si la Comunidad desestima las alegaciones y descarta el informe desfavorable del Ayuntamiento, el proyecto aún podría ser aprobado por el Consejo de Gobierno. En caso de que Pelayos se niegue a dar licencia para los trabajos, la Comunidad podrá declararlos de urgencia o de interés general para seguir adelante.

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