Durante dos horas exactas, el presidente Zapatero respondió el martes en TVE las preguntas de los ciudadanos, un formarto insólito en televisión. Estaba previsto que contestara a 100 cuestiones, pero sólo pudo responder a 42. Terrorismo, vivienda, inmigración y empleo fueron las preguntas clave.

Zapatero, muy diplomático, se desenvolvió bien aunque no respondió a todas las preguntas. Un republicano convencido le preguntó sobre la abolición de la monarquía. "Estoy orgulloso de nuestra monarquía y de su papel en la transición democrática" afirmó el presidente.

Zapatero ensalzó las cifras macroeconómicas y de evolución del empleo en España ante las preguntas de un centenar de ciudadanos que se prodigaron en problemas cotidianos y le obligaron a responder sobre el precio de un café: "ochenta céntimos", contestó.

Jesús, trabajador de la construcción, fue el encargado de preguntarle por el precio de un café, ya que, según apuntó, "estadísticamente vamos de cine, pero a pie de calle no", y él antes pasaba una semana con 5.000 pesetas y ahora no llega al final con 50 o 60 euros.

"¿Cuánto vale un café en la calle?, ¿sabe usted contestarme?", le preguntó al presidente del Gobierno; "Sí, ochenta céntimos, aproximadamente", respondió con seguridad Zapatero ante el asombro de Jesús, quien no pudo evitar un "eso era en los tiempos del abuelo Patxi". "Depende", le respondió el jefe del Ejecutivo.

Fue la anécdota de un programa en el que las inquietudes por ETA y por las decisiones judiciales en relación con la izquierda aberztale centraron las primeras y las últimas preguntas.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que no es partidario "en absoluto" de que su predecesor en el cargo, José María Aznar, pueda ser llevado ante los tribunales por su posición de apoyo a la intervención en Irak.

Zapatero rechazó esa posibilidad en el programa de Televisión Española Tengo una pregunta para usted, al plantearle si facilitaría que el ex presidente del Gobierno compareciera ante el Tribunal de Justicia de La Haya.

El jefe del Ejecutivo dijo que todo el mundo sabe lo que piensa de la guerra de Irak, y consideró que los cuatro años transcurridos desde su inicio han demostrado que era una guerra "mal enfocada, ilegal, que sólo iba a provocar más inestabilidad, miles de muertos y un país destrozado".

Tras señalar que él ha mantenido coherencia en ese asunto, señaló que, "con la misma coherencia", no es partidario "en absoluto" de que haya una imputación y una petición de responsabilidad en los tribunales a Aznar por su posición en relación con esa guerra.

Zapatero fue preguntado también por los atentados del 11-M y dijo que hay que respetar el juicio que se está celebrando ahora por este asunto.

Además, consideró que parece "bastante evidente" quiénes son los responsables del mayor atentado que ha sufrido España, al tiempo que reiteró su compromiso con las víctimas de este atentado y del terrorismo en general.

El presidente del Gobierno aseguró que el Ministerio del Interior había visto "indicios de ilegalidad" en la nueva formación abertzale.

Además reiteró la necesidad de que todas las formaciones respeten la Ley de Partidos: "Nadie se va a presentar a las próximas elecciones municipales si no la acepta", respondió a uno de sus entrevistadores, uno de los cien ciudadanos elegidos para formular sus preguntas al presidente, cara a cara.

Zapatero consideró que el fin del terrorismo del IRA en Irlanda del Norte, tras un proceso que ha durado diez años, demuestra que "hay una posibilidad de que ese fin (el de la violencia terrorista) llegue a través de un diálogo".

Además aseguró que el Gobierno "ha mantenido firmeza, la ley y el Estado de derecho" y aseguró también que "el único diálogo posible para acabar con ETA es que deje las armas, que termine con la violencia y que aquellos que dicen defender unas ideas lo hagan democráticamente, con la palabra y nunca con la violencia".

Según apuntó, el terrorismo de ETA es el único "problema grave" que tiene el país y su obligación como presidente, la misma que tuvieron sus antecesores en el cargo, es ponerle fin. Insistió así en que el deber del Gobierno es "prevenir, combatir e intentar terminar" con la violencia de ETA.

Zapatero fue también interpelado por la decisión de atenuar la prisión del etarra José Ignacio de Juana Chaos, y reiteró que fue la mejor medida para "los intereses generales". Tras reconocer que con la huelga de hambre De Juana lanzó "un desafío", Zapatero insistió en que la decisión se tomó dentro de la ley y destacó que el etarra "ni está en libertad, ni ha muerto". El jefe del Ejecutivo mostró su deseo de recuperar la unidad con el PP, ya que, dijo, "es lo que quieren los españoles y es lo mejor para la lucha antiterrorista".

Zapatero anunció que próximamente se pondrá en marcha un plan para facilitar que los jóvenes puedan alquilar una vivienda y que supondrá, en una primera fase, la construcción de 20.000 pisos con alquileres de entre 200 y 240 euros.

Avanzó la aprobación del citado plan, que será financiado al 50 % por el Gobierno y los ayuntamientos y que se unirá al plan que permitirá la construcción de 10.000 viviendas para los jóvenes universitarios.

Tras reconocer que el problema social con mayor demanda es la vivienda, destacó las medidas adoptadas por su Gobierno, ya que cuando asumió el poder el precio de los pisos crecía el 19 % y ahora crece un 9 %; y el Ejecutivo dedicaba 3.300 millones de euros a ayudas para la compra o el alquiler, mientras que ahora se destinan 6.800.

Según sus cifras, entre 2005 y 2008 alrededor de 700.000 familias van a contar con una ayuda pública para comprar o alquilar una vivienda.

Zapatero insistió en que el Gobierno está haciendo "un gran esfuerzo", aunque se mostró convencido de que "hay que apostar mucho más por el alquiler" pensando en los jóvenes, "en los mileuristas".

"Los navarros son, han sido y serán lo que quieran (...) cualquier fabulación en torno a Navarra es absolutamente falsa", contestó Zapatero, a la vez que sobre el asunto aseguró que del tema no había hablado con Otegi.

"Hicimos una ley que amplía la protección (...) pero la verdad es que el número de asesinadas no baja".

Muchas preguntas quedaron en el tintero por lo que el Presidente del Gobierno invitó a las 100 personas al Palacio de la Moncloa en próximas fechas para concluir y completar esta entrevista.

De las cien personas que entrevistaron a Zapatero, cuarenta simpatizan con el PSOE, y 35 lo hacen con el PP. Además, 16 de ellas son madrileñas, 13 proceden de Cataluña, 12 de Andalucía y 10 de Valencia.