En la restauración se han invertido 12.000 euros y han trabajado cinco personas. Según Francisco Soldevila, director del Centro de Restauración, el estado de la talla obtuvo una calificación de «deficiente» tras la primera inspección. Había sido repintada y presentaba algunas grietas.

El trabajo consistió en eliminar la capa repintada con productos químicos y un bisturí. Después, en las zonas de la talla de madera donde se había caído la pintura original se aplicó una capa de pintura al barniz, de modo que no se nota la diferencia con la original. Por último, las grietas fueron selladas.

Según Soldevila, el objetivo era dejar a la Virgen de los Dolores con el aspecto original que ideó el imaginero murciano Francisco Salzillo en el siglo XVIII y por ello, «se usan métodos que no alteren la obra».

El frío no pudo con los fieles

Sorprendidos por el intenso frío de anoche, un centenar largo de murcianos quisieron acompañar a la Virgen de los Dolores en su traslado hasta San Pedro. Mucha gente se agolpó en la puerta de la iglesia de Verónicas e irrumpieron en un aplauso cuando la Virgen fue colocada en su trono. El cortejo se inició con retraso, y entre que salía y no, muchos asistentes comentaron entre ellos la proximidad de la Semana Santa y pudieron admirar el nuevo aspecto de la Virgen.