Fuentes de la delegación del Gobierno en Melilla han informado de que 140 inmigrantes han entrado este jueves en Melilla en torno a las 6.00 horas, tras superar la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos en un nuevo salto, en este caso por la zona próxima al paso fronterizo de Barrio Chino.

Las fuerzas de seguridad marroquíes intentaron contener al grupo de inmigrantes en zona marroquí, pero éstos se dispersaron "y por distintos puntos, de la zona comprendida entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar, se sucedieron nuevos intentos de salto", según la Delegación del Gobierno. Y a pesar del despliegue policial español "un centenar largo de subsaharianos logra traspasar la valla y dirigirse a la carrera hasta las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes".

Otro grupo, "de poco más de 150, queda en cambio encaramado en la verja exterior del vallado fronterizo o rezagado en la zona entre las vallas", donde a media mañana permanecían, bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes.

Algunos guardias civiles han accedido al espacio intermedio de las dos vallas para instar a los inmigrantes a descender de lo alto. También se han desplazado dos vehículos del instituto armado que llevan escaleras incorporadas.

Posteriormente, y unas seis horas después del intento de salto, los inmigrantes han ido descendiendo de la valla ante la presencia de un fuerte dispositivo policial y han sido entregados a las autoridades marroquíes, que se encontraban al otro lado del vallado, aunque dos de ellos, encaramados a farolas, tardaron al menos dos horas más.

Algunos de los inmigrantes han sido atendidos a pie de valla por ambulancias de Cruz Roja y cinco de ellos, adultos en todos los casos, han sido trasladados al Hospital Comarcal. Uno de ellos sufría un traumatismo en una pierna aunque sin fractura y otros cuatro, contusiones y lesiones leves, por lo que todos han sido dados de alta. Los emigrantes heridos resultaron dañados por las alambradas que coronan las vallas fronterizas, precisa la MAP, que no da explicaciones sobre cuál ha sido el destino final de los detenidos.

En la parte marroquí, una veintena necesitaron atención médica en el hospital de Nador por las heridas sufridas durante su intento de saltar la valla, según fuentes oficiales de la provincia de Nador citadas por la agencia MAP. Además, un total de 669 fueron detenidos por la policía tras este nuevo intento de entrada, realizado en dos momentos diferentes y que según las fuentes marroquíes protagonizaron en total 750 personas por los puntos conocidos como Morales y Rostro Gordo.

Alrededor de 200 inmigrantes trataban de acceder a Melilla por la zona norte del paso fronterizo conocido como Vaguada Linares, a unos cuatro kilómetros del otro punto de la valla, pocas horas después del primer salto, sobre las 11.00 h, aunque fueron contenidos por las fuerzas de seguridad de ambos países.

Fuentes policiales señalaron que los inmigrantes actuaron con violencia, incluso con lanzamiento de piedras a los agentes. Se tiene constancia, por el momento, de que doce agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil han resultado heridos. Se ha reportado que uno de ellos tiene multicontusiones, al haberle caído encima un subsahariano, y dos de ellos padece una "lesión grave" en uno de los brazos. El resto de guardias civiles heridos presentan contusiones y lesiones de carácter leve.

A uno de los agentes, que estaba subido a una escalera, le han arrebatado la porra y a otro también el casco, lo que ha provocado una respuesta contra los inmigrantes, a algunos de los cuales se les ha rociado con un aerosol de pimienta.

Delegación de Gobierno informa que "la nueva entrada de inmigrantes no varía en exceso el alto índice de ocupación en el CETI, gracias a que el número de acogidos ha ido remitiendo con los traslados semanales de inmigrantes". No obstante, "con el fin de procurar a los acogidos una estancia digna, se instalarán dos nuevas tiendas modulares de campaña solicitadas al Ejército y 40 literales triples".

Con las nuevas entradas, la estancia actual en el CETI se sitúa por encima de los 1.900.

El último salto a la valla fronteriza de Melilla tuvo lugar el pasado 24 de abril, cuando una treintena de inmigrantes subsaharianos se encaramaron a ella. Una decena logró acceder a la ciudad autónoma. Anteriormente, el 3 de abril, otra decena había llegado a permanecer arriba hasta diez horas.

El Consejo de Ministros ha aprobado un procedimiento de emergencia para acometer obras en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, con un importe de 2,1 millones de euros, que se destinarán a instalar mallas antitrepa en ambas vallas, entre otras actuaciones.

La peculiaridad de las últimas semanas es que los inmigrantes no desisten en su intento de pisar suelo español y persisten en ello subidos a la valla durante horas, desde donde lanzan distintos cánticos, con una frase que suena con mayor frecuencia: "Libertad".

Es lo que ha ocurrido en los cuatro últimos asaltos que se han producido, el último de ellos antes de los dos de hoy, hace justo una semana, también por el barrio chino.