Con cierta seriedad, como si así pudiera alejarse de esa etiqueta que la acompaña: "la actriz de moda", Clara Lago habla del complejo reto que supone subir a escena La venus de las pieles (Matadero, 7 de mayo-8 de junio). Y no porque sea teatro y sólo dos actores (con ella comparte escena Diego Martín, ambos dirigidos por David Serrano), sino por la complejidad del personaje.

La obra, basada en la novela del austríaco Leopold von Sacher-Masoch escrita en 1870, no es precisamente fácil, de hecho fue por esta historia que al autor se le relacionó con el sadomasoquismo. La temática queda claro que no es en absoluto sencilla.

Refleja La venus de las pieles las relaciones de poder emocional y sexual entre un hombre y una mujer, un director y una actriz, ¿un amante y alguien que se deja amar? Y lo hace con una potencia y una inteligencia que '50 sombras de Grey' queda muy pequeño a su lado.

Tras un papel muy diferente, protagonista en la ya más taquillera película española: Ocho apellidos vascos, le llega a Clara Lago éste, un reto que no dudó aceptar y del que se lleva algo tan importante como aprender a trabajar desde la libertad. Aquí no cabe la repetición de escena. Y eso cambia mucho las direcciones.

¿Impone mucho?

Impone y también te pone mucho las pilas, es un reto enorme. Es una obra de dos personajes en la que entras y ya no sales hasta que acaba, pero también es un regalo, es difícil conseguir un personaje tan potentes y complejo como éste.

La parte sexual de este papel, que es bastante, ¿suponía parte de ese reto?

Bueno, lo del sexo se insinúa pero no hay nada explícito.

Ya, pero precisamente por eso, ¿no resulta más complicado sugerir que hacer?

Sí, encontrar ese punto de generar una tensión sexual sin que se desborde y que el espectador llegue a esperar que pase algo sin que realmente pase. Lograrlo ha sido todo un proceso de búsqueda.

¿Cómo ha sido esa búsqueda?

Muy intuitivo. No sé por qué tuve esa intuición, que siendo yo, que puedo ser muy rayada y que le busco mucho la lógica a todo, que lo que debía hacer era no buscarle la lógica, huir de lo racional. Me salió casi solo. Lo bonito que me quedo de este papel es haber aprendido a trabajar desde la libertad y el no juicio.

¿Es posible no juzgarse?

Es realmente difícil no juzgarte mientras actúas y yo tengo mucha tendencia a hacerlo. Y es muy negativo juzgarte, porque empiezas a censurarte y a castigarte y no puedes meterte realmente en tu papel si estás mirándote. Con este personaje era fundamental no hacerlo.

¿Influye en su vida personal un personaje de este tipo?

Es inevitable, tienes que sabes separar para no volverte medio loco. En general no soy de las que me meto en un personaje y dice:  tengo que ser ese personaje tres meses. Lo que me estoy llevando es disfrutar mucho. Y la libertad que hasta ahora no había encontrado.

Cree que hubiera sido posible con un actor sin 'feeling'?

Sí, pero habría sido un fiasco y un horror.

Es muy de infantil esta pregunta, pero con no responder basta: ¿no se crea una relación especial entre los actores cuando interpretan papeles tan próximos e íntimos?

Sí, cuando trabajas con emociones y a este nivel se generan relaciones aceleradas entre los actores. Te tienes que desnudar mucho antes que en una relación normal, y a veces surgen amistades muy buenas.

El tema del poder está en toda la obra, como persona ¿es usted dominante?

Depende de la situación y quién esté. Esto es una cuestión energética: si tú tienes más energía que los que están alrededor pues tiras tú, pero si hay alguien que es más líder te dejas llevar.

¿Le molesta mucho que la llamen la actriz del momento?

Sí, es que eso de que seas la actriz de moda es una putada, porque cuando pase, ¿qué? Lo que mola es consolidarse.

¿Este era su sueño?

Tras pisar un rodaje a los diez años no me quería ir a mi casa. Mi madre me decía que me desenvolvía como pez en el agua.

¿Cómo domina el ego para que no sea mayor que la necesidad de comunicación?

Un actor siempre ha de tener más necesidad de comunicación que de ego. Lo primordial es escuchar a la otra persona y si tienes mucho ego, no escuchas al otro, solo estás pendiente de quedar tú bien, y ni es tu película ni es tu obra. Hay que estar a favor de algo más grande que es una historia.

Ya, pero, ¿cómo se sujeta la vanidad, que es tan humana? ¿no se tiene que decir: Clara, no te lo creas?

No me hace falta sujetarme la vanidad, directamente no me lo creo. Entiendo las palabras lo que no entiendo es lo que significan. No lo he asimilado.

¿Esperaba el éxito de Ocho apellidos vascos?

No, pero ni yo ni nadie. Ni de coña.

¿Si hubiera sido catalana la protagonista en vez de vasca, cree que se lo hubieran tomado tan bien?

No lo sé. Me gustan mucho los catalanes, pero tal y como ésta el percal no sé si sería buen momento para forzar la máquina.

De niña: pasión por Penélope Cruz, ahora que no es una niña, ¿no empieza a aburrir que lo sigan diciendo y comparando con ella?

Siempre es un halago que te comparen con ella, pero igual que si es con Carmen Maura o Javier Bardem. Pero también es verdad que las comparaciones son odiosas y no siempre eres la nueva... Mola tener tu propia identidad.

Además de actriz, habrá otras cosas que le gustaria ser, ¿no? O usted es de las que es actriz o nada.

Lo he tenido tan claro desde niña..., pero quizá estaría en otro departamento, aunque en el cine casi seguro. No sé hacia dónde hubiera ido. Me atrae la dirección, la planificación y la logística, la producción.

¿Le gusta estar detrás?

No sé, me gusta tener que manejar muchas cosas a la vez. Me gusta el estrés acelerado, yo tengo este punto. El mundo maquillaje me gusta mucho también.

Antes hablaba de su madre, ¿cuánto ha tenido que ver en su carrera?

Era y sigue siendo cuentacuentos, y mi primer papel fue con 4 años. Hice La ratita presumida en una versión que escribió mi madre en verso. Así que sí, algo tuvo que ver.

¿Igual quiso su madre ser actriz y por eso usted..?

Lo era de dobalje, pero el ser actor de cine o teatro o lo eres por vocación o hay una parte de esa inestabilidad que... Para tener una familia es muy duro. Es duro tener que separarte. Te pierdes muchas cosas. Así o eres actriz porque es que si no lo haces vas en contra de tu naturaleza, o si no, no compensa. Es no tener estabilidad.

¿Concibe que alguien del mundo de la interpretación no proteste?

No, pero es la cultura, la educación, la sanidad. Nos ha tocado en todos lados.

Sí, pero usted es actriz, así que le pregunto por lo suyo y por la parte de 'altavoz' que suponen al ser caras tan conocidas.

Sí, me sorprendería que un actor, director, autor o guionista esté a favor del 21 %.

¿Y los que no protestan, cree que no lo hacen por miedo?

No, imagino que si hay alguien con voz para protesdtar y no lo hace, es más por no mezclar. Yo lo hago en Twitter constantemente.

Sí, pero ahora mismo, ¿qué diría usted?

Es una verguenza este gobierno. La política como profesión y concepto es algo bonito, que haya representantes del pueblo es algo que debería honrar. Y que en este país el gobierno haya conseguido que asociemos política a corrupción, mentira, poder, dinero, da pena. Es imposible confiar en este gobierno. Se lo han ganado a pulso. Yo les recordaría lo que es ser un político y un gobierno, y les diría: si de verdad os miráis deberíais dimitir.

Y que la interpretación se la dejen a ustedes...

Pues sí, porque además como actores son malísimos, pésimos. Les han pillado en todo, ¿no?