Vanesa Romero: "No me he parado a pensar si mi imagen me ha beneficiado o no"

  • La actriz y presentadora protagoniza la obra 'Misión Florimón' dirigida por Yllana.
  • Satisfecha con su trabajo televisivo en 'La que se avecina' resalta el placer de la actuación en directo que sólo procura el teatro.
  • "No sabía qué quería ser, y eso genera sufrimiento" afirma la intérprete.
Vanesa Romero protagoniza la obra 'Misión Florimón'
Vanesa Romero protagoniza la obra 'Misión Florimón'
JORGE PARÍS
Vanesa Romero protagoniza la obra 'Misión Florimón'

Atleta que por diversas lesiones tuvo que abandonar su carrera deportiva, Vanesa Romero descubrió su vocación de actriz por casualidad o por como ella dice "cosas del destino". Conocida sobre todo por su faceta televisiva, grabando ya la nueva temporada de La que se avecina, no dice que 'no' a casi nada. Lo último: subir al Nuevo Apolo con Canco Rodríguez Misión Florimón dirigida por Joe O'Curreen  (Yllana).

Creo que por cosas del destino fue usted actriz, ¿no soñaba de niña con ser 'artista'?

No tenía claro qué quería ser, un día quería ser una cosa, al día siguiente, otra... Al final he descubierto que la vida ha puesto en mi camino algo con lo que puedo ser muchas cosas. La vida me ha puesto los trabajos en el camino, me he subido a ese tren y me he dejado llevar. Y ahí he descubierto mi vocación.

Pues es una suerte teniendo en cuenta la de gente que no encuentra trabajo en la interpretación, ¿no le parece?

Bueno, es lo que me ha tocado en la vida, pero también se sufre cuando no sabes qué quieres ser como me pasaba a mí. No te conoces ni sabes por dónde puedes ir.

¿Ahora se conoce?

Sí, con 35 años sí, si no imagina qué caos sería mi vida. Cuando uno mira atrás se da cuenta de por qué han pasado las cosas y entiendo por qué fui atleta o por qué no sabía qué quería ser.

Si no hubiera tenido las lesiones que la obligaron a dejar el atletismo, ¿dónde cree que estaría ahora?, ¿habría llegado al mismo puerto?

Sí, las cosas pasan porque tienen que pasar y si me tenía que lesionar era por algo. A veces damos la misma vuelta veinte veces pero al final hay un camino que es el tuyo y la vida te va a llevar hasta ahí sea como sea. Yo lo he vivido personalmente.

Lo que parecía una desgracia ¿menos mal que le pasó?

Al principio era duro cuando no me cogían en los casting...

¿Tardaron mucho en cogerla?

Venía de la moda y a veces no me cogían. Hay que pasar esa fase en la que pensaba: no me cogen porque no les gusto o porque no valgo, para decir: no me cogen porque no encajo para eso en concreto y ya está. Cuando eres más mayor te das cuenta de que esos trabajos no eran para ti y no te habrían permitido hacer los que sí eran para ti. Dejo las cosas en manos del destino, no me agobio, las cosas llegan para aprender y para eso estamos aquí, para ir aprendiendo.

¿Le ha perjudicado la moda?

No lo sé...

¿Y su imagen?

No, no lo sé, creo que las cosas han sido así y no sé si mi imagen me ha beneficiado o qué. Es lo que hay, y no me he parado a preguntármelo.

¿No ha sentido tampoco ciertos prejuicios?, ¿no la han juzgado antes de tiempo por su físico?

Pero si te conocen ya cambian. La constancia y el trabajo están detrás. Si sirves y transmites seguirás, o ni siquiera. Hay mucha gente buena a la que no le han dado una oportunidad.

¿Impone trabajar con Yllana?

Una de las cosas por las que dije que sí a este papel fue por ellos, porque la comedia es muy complicada y tienes que estar muy bien dirigido. Yllana son de los mejores, en comedia hay que estar muy bien capitaneado.

¿Pero no tenía temor? No es teatro lo que más ha hecho...

El año pasado entré y de lleno, y feliz porque he descubierto una gran pasión que es el teatro.

Y hay un tiempo que la tele no tiene...

Es otro ritmo, aunque interpretes también. Aquí estás en directo con el público y su energía es vital. En comedia sentir al público reír es muy bonito. Soy una persona muy lanzada, intento manejar mis miedos y los aparco, o que vayan conmigo de la mano, pero eso no me impide tirarme a la piscina, por eso me he lanzado.

¿Qué es lo que más le gusta de sus personajes, el de La que se avecina y el que actualmente interpreta en teatro?

Raquel para mí es alguien muy realista llena de conflictos, vive lo que está pasando en la sociedad, no tiene trabajo... Lo pasa mal, Raquel está bastante perdida. Y en teatro el personaje es muy disparatado, me encanta.

¿Qué disparate le gustaría hacer?

El niño que llevamos no deberíamos perderlo y tomarnos la vida como un juego. No hay que tomarse las cosas tan en serio, hay que soltarse e intentar disfrutar y tomarse la vida en clave de humor. Hay que transformarla en algo positivo y reírse.

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