El juez niega "inquisición" contra Adif en la investigación del accidente de tren de Santiago

Agentes de la Policía analizan los restos del tren Alvia accidentado en Santiago de Compostela en julio de 2013.
Agentes de la Policía analizan los restos del tren Alvia accidentado en Santiago de Compostela en julio de 2013.
EFE
Agentes de la Policía analizan los restos del tren Alvia accidentado en Santiago de Compostela en julio de 2013.

El magistrado Luis Aláez, que instruye la causa abierta por el accidente de tren del 24 de julio de 2013, ha dado dos días a Adif para que le entregue la documentación pedida y niega que exista "inquisición" alguna contra el gestor ferroviario.

No hay otro motivo más que el de "descubrir las circunstancias y causas" del descarrilamiento ocurrido a la altura del barrio compostelano de Angrois, asegura el juez en un auto divulgado este viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en el que se desestima el recurso de la Abogacía del Estado a la entrega de dicha documentación.

La solicitud de más datos a raíz de una petición de la defensa del maquinista no constituye en modo alguno "una inquisición general de la actividad de Adif para encontrar hechos delictivos indeterminados y a sus responsables", contesta el magistrado a la Abogacía. En cambio, si se parte de la "censura" y de una "visión restringida" como la que sostiene Adif -que defiende que la tragedia "ha de vincularse exclusivamente a una inadecuada conducción" del maquinista, único imputado-, "sobraría", entiende el juez, "toda actividad investigadora orientada a la búsqueda de otras posibles causas".

No obstante, recuerda Aláez, no es este el enfoque que se ha dado a la instrucción y por ello demanda los documentos que contienen normas de circulación ferroviaria con destinatarios particulares no publicados en boletines o diarios oficiales y actas del comité de dirección desde 2010 hasta 2012.

"No puede negarse la relevancia que para la causa tiene estar al tanto" de si se han tratado algunos asuntos y cuál ha sido su derivación, "por razones de sobra conocidas", expone, en alusión a una comunicación del jefe de maquinistas de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, en la que habría alertado de la peligrosidad del tramo donde se produjo el siniestro y de la ausencia de suficientes medidas de seguridad.

El juez instructor Luis Aláez ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo.

Opiniones tergiversadas

Por su parte, Adif ha rechazado que los expertos citados en calidad de testigos en la causa hayan expresado la existencia de un "caos" o "graves deficiencias" en la señalización del trazado ferroviario en el que se siniestró un convoy.

En un comunicado, el administrador indica que las opiniones vertidas en este sentido "corresponden exclusivamente a la interpretación efectuada por alguno de los letrados presentes en la sala" y por ello, "lejos de corresponderse con la realidad", son "opiniones de parte que malinterpretan o tergiversan el contenido de la declaración de los técnicos ante el magistrado" Luis Aláez.

Adif prosigue apuntando que cuando se dice que el Libro Horario y el Cuadro de Velocidades Máximas no responden a la realidad y muestran discrepancias con la señalización de la línea es falso y erróneo, porque "en dichos documentos no hay ningún error".

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