El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, coincidió con el candidato conservador a la Presidencia francesa y ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, en la necesidad de desbloquear la Unión Europea y ambos destacaron la buena marcha de la cooperación antiterrorista entre los dos países.

Sarkozy realizó una visita de trabajo a Madrid, donde almorzó con Zapatero antes de mantener sendas reuniones con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con el líder del PP, Mariano Rajoy, y de pronunciar un mitin para la comunidad francesa residente en España.

La reunión entre Sarkozy y Zapatero se centró en tres ejes: la Constitución europea, las políticas mediterráneas y la colaboración en la lucha antiterrorista, según fuentes del Ejecutivo.

Ambos ratificaron la buena marcha de la cooperación "leal" en materia antiterrorista y las fuentes calificaron de "inmejorables" las relaciones en ese campo.

En un comunicado, el Ministerio del Interior valoró la eficacia de la cooperación policial para reducir la capacidad operativa de ETA y explicó que tanto Rubalcaba como Sarkozy manifestaron también su intención de incrementar la lucha contra el terrorismo islámico.

En declaraciones en el parque del Retiro, donde acudió a rendir homenaje a las víctimas del 11-M, el ministro francés ratificó la total solidaridad de Francia con España, gobierne quien gobierne, y eludió comentar las negociaciones con la banda terrorista, al considerar que ese es un problema español.

Sarkozy explicó que presentó a Zapatero su propuesta de un tratado constitucional "simplificado" para Europa y consideró que el jefe del Ejecutivo se mostró "particularmente interesado" en su iniciativa.

Fuentes de Presidencia estimaron que todavía es pronto para opinar sobre la propuesta de Sarkozy, pero mostraron su satisfacción por el hecho de que el candidato francés al Elíseo apueste por una Europa política que avance.

Sarkozy, quien consideró que "España es un país que cuenta en Europa", defendió un "tratado simplificado" que rescate determinados puntos del texto constitucional que no suscitaron oposición y que permita desbloquear la situación, respetando al tiempo el voto de los franceses.

Estos votaron "no" en el referéndum del Tratado Constitucional, pero "no han dicho no a Europa", destacó Sarkozy, quien apostó por una fórmula que permita conciliar los intereses de todos y que logre que la UE salga de su actual "crisis institucional".

Sarkozy, que se ha reunido también con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el primer ministro británico, Tony Blair, calificó su propuesta de "razonable" y señaló que no ve a nadie que proponga otra solución.

Respecto a la política mediterránea, las fuentes del Ejecutivo destacaron la visión coincidente de Zapatero y Sarkozy, quienes abogaron por una unión de los países de las dos orillas para abordar problemas comunes, como la inmigración.

El ministro francés opinó que "España es una gran potencia en el Mediterráneo" y estimó que "si el Mediterráneo se une como hace sesenta años se unió Europa, la inmigración se gestionará de manera concertada y, por tanto, de forma mucho más eficaz".

Junto a estas cuestiones, ambos analizaron en Moncloa varias cuestiones bilaterales relacionadas con las infraestructuras, o con el tren de alta velocidad entre Francia y España.