La Unión Europea prosigue de momento con los trabajos para imponer sanciones a personas relacionadas con la violencia y el uso excesivo de la fuerza en Ucrania, a la espera de un acuerdo "formal" entre el Gobierno y la oposición y la firma del mismo, a modo de garantía para el fin de la crisis y la violencia.

"Estamos hablando de un posible acuerdo entre el presidente, Víktor Yanukóvich, y la oposición pero tenemos que tener información formal antes de poder reaccionar formalmente", señaló la portavoz comunitaria de Asuntos Exteriores Maja Kocijancic, en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE).

Yanukóvich anunció este viernes que se celebrarán elecciones presidenciales anticipadas, la principal exigencia de la oposición, y que se dará inicio a un proceso de restitución de la Constitución aprobada durante la Revolución Naranja de 2004, lo que limitaría sus facultades como jefe del Estado en favor del Parlamento.

También abrió un procedimiento para la formación de un Gobierno de confianza nacional.

A la espera de noticias "formales" desde Kiev, en Bruselas el trabajo para imponer las sanciones "está en curso", afirmó Kocijancic, quien no quiso especular sobre el impacto que pudiera tener un acuerdo en Ucrania sobre las medidas aprobadas el jueves por los ministros de Exteriores de la Unión Europea.

Únicamente recordó que los Veintiocho acordaron aplicar como cuestión de urgencia las sanciones, aunque en función de la evolución de los acontecimientos sobre el terreno.

Las medidas incluyen la congelación de activos y la prohibición de expedir visados a los responsables de violaciones de los derechos humanos, de la violencia y del uso excesivo de la fuerza.

También la suspensión de las licencias para exportar a Ucrania "equipos que puedan ser utilizados para la represión interna", así como la revaluación de permisos de exportación de tecnología y equipos militares.

La portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, no quiso decir si la UE confía en Yanukóvich y si se fía de sus palabras, y simplemente subrayó que se trata del presidente de Ucrania y que es uno de los representantes con los que dialoga la UE.

"No es el único interlocutor, porque creemos que si vamos a tener una solución política incluyente tendremos que tener un proceso inclusivo que conduzca a la misma", recalcó.

En cualquier caso, subrayó, de confirmarse el acuerdo entre el presidente ucraniano y la oposición, la UE esperaría de ellos que "lo firmaran bajo los auspicios de la Unión, de manera que constituiría una garantía" al fin del conflicto y la violencia.

Destacó asimismo que la UE ha sido muy clara en cuanto a los elementos que deben conformar una solución política, tanto en lo que se refiere a los preparativos de unas elecciones presidenciales y la reforma de la Constitución, como a la formación de un nuevo Gobierno incluyente.

"Hemos dicho que estamos preparados para ayudar de cualquier manera que podamos y lo que vamos a hacer dependerá mucho del resultado que veremos en Kiev" como consecuencia de un posible acuerdo, señaló Kocijancic.