Eran las 9.15 de la mañana cuando un centenar de guardias civiles irrumpía en Navalquejigo, acordonaba los accesos al pueblo y detenía, acusados de usurpación, a once de los jóvenes que desde 1997 mantenían okupada esta pedanía de El Escorial, treinta años deshabitada.

Los agentes hacían así efectiva la orden de desalojo judicial en virtud de una denuncia que interpuso en el año 2005 uno de los propietarios del pueblo, y por el estado ruinoso de las viviendas.

Artesanos y malabaristas

Los okupas pensaban que el desalojo no se produciría hasta marzo y, aunque habían decidido no resistirse, no estaban listos para dejar unas casas que dicen haber recuperado del abandono. Varios amigos de los detenidos ayudaron a los informadores a burlar el cerco de la Guardia Civil que les impedía acercarse al pueblo.

Ellos explicaron a 20 minutos que los agentes les permitieron sacar lo imprescindible de las casas antes de precintarlas.

"No nos trataron mal, pero con prisas. ¿Quién puede sacar lo de diez años en diez minutos?", dijo Laura, de 26 años, vecina de la sierra y amiga de los detenidos.

La abogada de los okupas, Lola Rico, considera erróneo el procedimiento.

Rico alega que los jóvenes llevaban dos años viviendo en las casas cuando el denunciante compró su parte del pueblo. "Debería tratarse de un desahucio civil y no una acusación de usurpación", defendió.

El grupo, que había rehabilitado siete casas de este pueblo declarado Bien de Interés Cultural en 2006, se dedicaba a la artesanía, el circo y los malabares. Todos salieron anoche en libertad condicional. Uno de los encausados, Óscar, explicó que volverán al pueblo y vivirán en caravanas.

El desalojo se produce a raíz de una orden judicial derivada del supuesto estado ruinoso de las viviendas.

Por otra parte, el sábado los colectivos que okupan un cole en Retiro (Madrid) inaugurarán el local cedido en alquiler por el Ayuntamiento, como ya adelantó este diario.