El empleo precario gana terreno en Madrid con más jornadas parciales y contratos temporales

  • Los contratos a tiempo parcial subieron de 645.000 a 690.000 en el último año, mientras que los temporales se incrementaron de 1,3 a 1,4 millones.
  • Los sindicatos culpan a la reforma laboral aprobada en el año 2012 de la pérdida de estabilidad laboral.
  • Jesús: "Con 20 horas a la semana y 500 euros de sueldo no se puede vivir".
Jesús, que trabaja en el aeropuerto de Barajas para la empresa Swissport, muestra su contrato a tiempo parcial, que solo le garantiza 20 horas a la semana y un sueldo de 500 euros.
Jesús, que trabaja en el aeropuerto de Barajas para la empresa Swissport, muestra su contrato a tiempo parcial, que solo le garantiza 20 horas a la semana y un sueldo de 500 euros.
JORGE PARÍS
Jesús, que trabaja en el aeropuerto de Barajas para la empresa Swissport, muestra su contrato a tiempo parcial, que solo le garantiza 20 horas a la semana y un sueldo de 500 euros.

El paro registrado bajó un 1,6% en Madrid en 2013, situándose en 535.563 personas. Esta buena noticia, sin embargo, queda ensombrecida si se analiza la precariedad que están sufriendo aquellos que encontraron un empleo el año pasado.

Según las cifras recopiladas por CC OO, el número de contratos a tiempo parcial registrados en la región pasó de 645.500 a 690.000 durante el último ejercicio, justo tras la aprobación de la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Ello quiere decir que un 6% más de trabajadores aceptó un puesto con una jornada inferior a la de un trabajador comparable a tiempo completo.

En 2012, este tipo de contratos ya suponía el 40,5% de los firmados en la región. En 2013, su peso relativo aumentó hasta el 41,5%.

Además, el 91% de estas incorporaciones correspondieron a contratos temporales, señala el sindicato, un porcentaje similar a la media nacional. De ellas, casi el 50% se rubricó por un período igual o inferior a una semana, lo que implica trabajos por muy pocas horas y con salarios bajos.

En total, y de acuerdo a las estadísticas provisionales recopiladas por la Consejería de Empleo, las empresas madrileñas acordaron el año pasado 1.671.052 contratos, un 4,8% más que en 2012. El 84% de las mismos (1.413.090, 55.223 más) fueron temporales, mientras que el 16% restante (257.962, 22.735 más) se realizaron en la modalidad indefinida.

Más hombres en precario

Por sexos, las mujeres siguen siendo el colectivo más afectado por la jornada parcial. La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre de 2013 pone de manifiesto que los contratos fijos a tiempo parcial se desplomaron de 100.516 a 56.911 para ellas. En paralelo, los temporales a tiempo parcial repuntaron de 339.514 a 355.242.

Ahora bien, la EPA también constata que el número de hombres que se agarran a los contratos de horario reducido como vía para escapar al desempleo está creciendo. En su caso, los fijos a tiempo parcial se han incrementado de los 30.357 existentes en 2012 a los 32.168 en el cuarto trimestre de 2013. Los temporales a tiempo parcial también crecen: de 246.736 a 281.674.

De esta forma, los varones acumularon 3 de cada 10 contratos indefinidos a tiempo parcial y 4 de cada 10 contratos temporales a tiempo parcial en 2013. Un año antes la relación era de 2 de cada 10 y 4 de cada 10, respectivamente.

Dependientes o camareros, los más perjudicados

Isabel Vilabella, secretaría de Relaciones Laborales y Formación y UGT, subraya que el empeoramiento de las condiciones laborales es "generalizado" e independiente del sector y de la edad. Por oficios, los dependientes de comercios, los mozos de almacén y asimilados, la hostelería o el personal que desarrolla su labor en residencias de ancianos y servicios de ayuda a domicilio son quienes más sufren la precariedad.

Tanto UGT como CCOO responsabilizan de esta situación a la reforma laboral de la ministra Fátima Báñez, que el PP sacó adelante en el Congreso en febrero de 2012. El pasado mes de diciembre, Báñez presentó una enmienda a su propia ley para amplíar el uso del contrato por horas a emprendedores en empresas de menos de 50 trabajadores, permitir la realización de horas extraordinarias, reducir la cotización por desempleo y facilitar el despido libre y gratuito durante el primer año.

"Era lo que se pretendía, impulsar la 'flexibilidad', como se llamó entonces, cuando el auténtico objetivo era empeorar las condiciones de trabajo", sostiene Vilabella. "Los empresarios piden disponibilidad total al trabajador pese a que este tiene contratos de pocas horas. Se aprovechan de que sus empleados necesitan el trabajo para cambiarles turnos, horarios, funciones, etc.", critica Maricruz Elvira, responsable de empleo de CC OO.

Aunque la legislación en esta materia depende del ejecutivo de Mariano Rajoy, CC OO y UGT exigen a la Comunidad de Madrid un plan de choque para el empleo que esté dirigido, especialmente, a los jóvenes y a los parados de larga duración. También solicitan un plan de apoyo a la industria —sector que ha perdido el 21% de su mano de obra desde 2008, como publicó 20minutos—, otro para el I+D+i e inversión pública para reorientar la mano de obra de la construcción hacia la rehabilitación de viviendas.

"He pasado de 35 a 20 horas"

Jesús tiene 36 años y lleva 8 trabajando en el aeropuerto de Barajas como operario de servicios de tierra (handling) para distintas aerolíneas. Swissport, la empresa a la que pertenece, convirtió el año pasado su contrato a tiempo completo —y el de otros 50 compañeros— en uno a tiempo parcial. La compañía lo justificó con una bajada de facturación. Sin embargo, aún hoy sigue incorporando personal eventual de forma semanal porque la carga de trabajo desborda a la plantilla, retrasando el servicio a los pasajeros. Por este motivo, los empleados han llevado a la dirección ante los tribunales.

"He pasado de trabajar 35 horas a trabajar 20 y a cobrar 500 euros al mes. Con ese sueldo no se puede puede vivir. Mi pareja y yo pagamos la hipoteca gracias a que ella trabaja y a que letra no es muy alta, pero no podemos aguantar mucho así", lamenta.

Jesús, además, es víctima de la 'flexibilidad' que el Partido Popular defiende y que introdujo en la reforma laboral. "Trabajo en un turno diferente cada día, con lo que nunca como ni me voy a dormir a la misma hora. Hasta la semana anterior no sé la planificación de la siguiente, así que tampoco puedo organizarme para buscar otro trabajo o complementar este empleo con otro", denuncia.

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