Barcelona sigue siendo una de las ciudades más atractivas de Europa para los grafiteros. Pese a las multas y campañas policiales que les van a la zaga, el fenómeno no se extingue sino que aumenta, sobre todo en los túneles del metro. Llegan a la ciudad en grupos numerosos que actúan cada vez de forma más violenta. Los Mossos hablan ya de una suerte de «turismo de grafiteros».

Cada vez hay más superficie pintada, tanto en la calle como en el suburbano. El pasado año, según datos provisionales manejados por el grupo municipal del PPC, se llegó a los 447.284 m2, lo que supuso un incremento del 5,4% respecto a 2011. En los trenes, tanto en su interior como en el exterior, las pintadas no han dejado de aumentar y sumaron 74.708 m2 en 2012, casi el triple que dos años antes. En las estaciones,   la cifra es aún mayor: 119.323 m2, más del doble.

Barcelona experimentó un auténtico boom de grafiteros de 2011 a 2012. Según relataba este miércoles a 20minutos el subjefe del Área de Seguridad del Transporte Metropolitano de Mossos, Carles Vallès, «hay mucha movilidad». Los jóvenes se convocan a través de las redes sociales y llegan desde diversos países de Europa, mientras los grafiteros «locales» les guían por los túneles del metro.

Desde TMB apuntaban que existe una «preocupación» por los pintores de grandes murales, que «cada vez son más agresivos». Vallès relata que lanzan piedras o  vierten el contenido de extintores sobre los agentes en su huida.

Todo esto supone un gasto que también ha ido en aumento. Así, en 2012 la limpieza de las estaciones costó 581.000 euros y repintar los trenes otros 595.000 euros, lo que asciende a 1,18 millones, un 47% más que en 2010.

Dos grafiteros procedentes de Polonia fueron detenidos la noche del 30 de enero mientras pintaban en las paredes de los túneles del metro. Sus compañeros, siete jóvenes españoles, fueron denunciados y se exponen a sanciones de hasta 3.000 euros. Entraron a las instalaciones usando una sierra radial pero los Mossos ya les esperaban porque captaron su cita a través de las redes. Casos como éste son habituales en el metro.