Fumar provoca cambios duraderos en el cerebro similares a los que experimentan los animales cuando consumen cocaína, heroína u otras drogas adictivas, dijeron el martes unos investigadores estadounidenses.

Un estudio del tejido cerebral de fumadores y no fumadores fallecidos mostró que el de los primeros presentaba alteraciones, aunque hubiesen dejado el tabaco años antes, señaló el equipo del Instituto Nacional de Toxicomanía (NIDA por sus siglas en ingles).

"Los datos muestran que hay cambios químicos duraderos en los cerebros de los humanos", dijo Michael Kuhar de la Universidad de Emory en Atlanta, que no estaba implicado en el estudio.

"Los cambios químicos aislados sugieren la base fisiológica de una adicción a la nicotina".

Un equipo del NIDA, uno de institutos nacionales de salud, liderado por Bruce Hope analizó los niveles de dos enzimas encontradas dentro de las células cerebrales conocidas como neuronas.

Tanto los fumadores como los ex fumadores tienen niveles elevados de esas enzimas, informaron los científicos en el Journal of Neuroscience. Hope dijo que otros estudios habían mostrado los mismos resultados en animales a los que se les había administrado cocaína y heroína, y en los que quedaba claro que las drogas causaban los efectos.

"Esto sugiere contundentemente que los cambios similares observados en fumadores y ex fumadores contribuyeron a su adicción", agregó en un comunicado. Los expertos en tabaquismo llevan mucho tiempo diciendo que la nicotina es, como mínimo, tan adictiva como la heroína.

Los centros estadounidenses para Control y Prevención de Enfermedades estiman que el 20,9 por ciento de los adultos del país fuman, lo que supone más de 45 millones de personas. Además señalan que lo hacen el 23 por ciento de los alumnos de escuelas secundarias.