Lina, la maestra, la diseñadora sevillana que en su taller de la calle Lineros ha vestido a artistas, aristócratas, reinas y princesas, ha inaugurado la XX edición de la pasarela más internacional de moda flamenca, Simof. Se celebra hasta este domingo en Sevilla y marca las tendencias de lo que se llevará este año en el Real de la Feria de Abril. Se presentarán más de 1.300 trajes exclusivos, de 43 diseñadores, en los 32 desfiles que habrá en este salón.

Los trajes estampados de la colección La Gata Rosa han arrancado los primeros aplausos. Rocío Montero, hija de Lina, se ha inspirado en la obra del pintor posimpresionista Hermenegildo Anglada Camarasa para vestir a las flamencas de 2014. «Los estampados, muy innovadores. También, las telas de encaje, con degradados. Los de lunares, espectaculares, igual que los vestidos con cuello a la caja y espaldas al aire», explica Sara, que ya ha tomado buena nota.

Y es que las flamencas pisarán este año el albero de las calles del Real con looks muy femeninos, actuales, modernos y cuidados al milímetro, porque en crisis importan mucho los detalles.

La paleta cromática será alegre y muy amplia. Primarán los rosas, buganvillas, fucsias, corales y verdes. También los tonos empolvados (desde el nude al grosella) y añejos (tierra, marrón, azul y gris), pero no habrá que olvidar el amarillo, albero, mostaza, malva ni los clásicos:rojo, negro, blanco y beige.

Esta temporada, los trajes serán de corte clásico: entallados, pero no por ello pesados ni difíciles de llevar. Se verán trajes enterizos y de dos piezas. Lisos, con estudiados lunares y estampados de flores (print floral), envueltos desde el clásico popelín al lino, algodón, seda, licra, raso...

¿Lo más innovador? La mezcla de tejidos:sedas con tul, pedrerías y gasas, bordados superpuestos, plumas, encajes de bolillos, tira bordada y hasta terciopelo. Y valdrá casi de todo para adornar el vestido: flecos, detalles de crochet, bordados y alguna pincelada artística.

En el Real habrá una auténtica cascada de volantes: grandes y pequeños, de capas, al hilo, canasteros, fruncidos, asimétricos y, sobre todo, en pico o en forma de pañuelo o pétalo. Las faldas tendrán mucho volumen y las mangas serán desenfadadas, vaporosas, largas y muy voluminosas. Para las más atrevidas hay corpiños y transparencias. También escotazos de vértigo. Muy pronunciados, con detalles en pedrería, aplicaciones y hasta volantes.

Los mantoncillos no perderán su protagonismo: de seda natural con flores, de encaje, plumeti, con bordados, de lunares, lisos y flecos muy largos.

Peinadas con los tradicionales recogidos bajos o con melena suelta, las flamencas de este año apostarán por flores relevantes, exageradas y exóticas. Lo que más se verá, diademas o ramilletes de rosas, jazmines y, por supuesto, los imprescindibles claveles sevillanos. Pero si le gusta arriesgar, lo suyo pueden ser los tocados, sobre todo los turbantes y hasta pañuelos de cíngara.

Los complementos estrella siguen siendo los aros, aunque se reinventan. También se llevan los pendientes dorados, con un toque retro.El resto de piezas, siempre grandes, serán tan exclusivas (elaboradas en piedra natural, en cordón o flores de seda) como hechas en casa (handmade o do it yourself). Para rematar, siempre tacón.

El sevillano Álex de la Huerta, con Un jardín en Marte, ganó ayer el certamen de diseñadores noveles de moda flamenca, puesto en marcha por el Instituto Andaluz de la Juventud. La colección Generalife, del joven granadino Antonio Gutiérrez, también recibió una mención especial. Simof entregará hoy a la duquesa de Alba el Premio Honorífico Flamenco en la Piel por su implicación en el salón desde sus inicios y por su apoyo al sector. La veterana diseñadora Lina recibirá el premio a la trayectoria profesional.