El cantante que pese a los intentos del franquismo de condenarlo al olvido y al silencio logró mantener en pie su canto a la libertad y la esperanza cumple este viernes 27 de diciembre setenta años. Si hay una canción que acude rauda a la mente de todos es su Mediterráneo.

A Serrat se debe que el mar al que pertenecen sus raíces tenga tan alta banda sonora, y a él también se debe que la Nova Cançó formara parte de las listas de éxitos de la canción en catalán.

Y no son sus únicos méritos, hay muchos más. Serrat dio también voz a una generación con su Ara que tinc 20 anys.

Inquieto y profundamente culto no dudó en poner música a algunos versos de Antonio Machado. Fue el primero de una buena lista: Alberti, Joan Salvat-Papasseit, Josep Carner, J.V. Foix, Mario Benedetti o Miguel Hernández formarán parte de su música.

El franquismo no iba a dejar que su voz campara libre en un país donde la bandera era la censura y trató, vetándolo en la tele y prohibiendo algunas actuaciones.

Sin embargo, países como Argentina, México o Chile no dudaron en auparlo a sus primeras filas a finales de los setenta. Así, Serrat era una isla de salvación para muchos de los que sufrían los años más duros de las dictaduras latinoamericanas.

Una de sus últimas hazañas ha sido en el Titanic junto a Sabina con quien ya ha colaborado (y 'girado' en otras ocasiones).

Setenta años de vida, cincuenta sobre los escenarios, dando voz a cada una de las diferentes épocas que ha vivido este cantante y autor al que aún le queda lo más importante: la ilusión y las ganas de crear.