España es uno de los países de la UE donde más aumentan las familias con un hijo único

Una madre observa a su bebé durmiendo.
Una madre observa a su bebé durmiendo.
GTRES
Una madre observa a su bebé durmiendo.

Ser hijo único ha dejado de ser un caso aislado para convertirse en una tendencia. Cada vez más españoles crecen sin hermanos y España es uno de los países donde más aumenta el número de familias con un solo hijo, según el informe 'El déficit de natalidad en Europa. La singularidad del caso español', de la Fundación "la Caixa".

El estudio (PDF), hecho público este jueves, analiza la última generación de mujeres españolas en terminar su ciclo reproductivo (las nacidas en 1965) para constatar que en un porcentaje muy alto (87%) han sido madres, pero cada vez son más las que se plantan en el primer hijo. El porcentaje de mujeres con hijos únicos es de un 27,6%, cifra que casi cuadruplica el de la generación de las mujeres nacidas en 1940, que era del 7,4%.

Una de las peculiaridades de España, que la distingue del resto de Europa, es que la baja natalidad es muy generalizada. Tener pocos hijos no es asunto de unas pocas, sino que es un fenómeno que se da en mujeres de todos los niveles de estudios, de cualquier procedencia social o geográfica y con independencia de su situación laboral.

Los investigadores del informe —de la Universidad Pompeu i Fabra y del CSIC— señalan como uno de los motivos de la baja natalidad española la postergación de la maternidad. En el periodo 1980-2011, la edad media de los padres en el primer hijo ha subido de 25 a 30 años entre las mujeres, y de 30,1 a 33,3 años entre los hombres. Los nacimientos en mujeres mayores de 35 años representan hasta el 18% del total.

Muchas madres, pocos hijos

La búsqueda de una mayor cualificación profesional, las dificultades en la inserción laboral y el desarrollo personal retrasan la maternidad, fenómeno que suele traer consiguo problemas añadidos de fertilidad.

En cuanto a la inestabilidad laboral y económica, el informe detecta que sigue siendo "un factor de riesgo" para la natalidad, "y más en la situación económica actual", en la que el paro ha pasado del 17% en las mujeres (año 1980) a un 26% (en 2013). Sin embargo, no se olvida de subrayar las dificultades para la maternidad de las familias donde los dos trabajan.

En el último medio siglo toda Europa ha experimentado una caída en la fecundidad, pero en España ha sido mayor que en los  países del entorno. Mientras las mujeres nacidas en 1900 tuvieron una media de 3,4 hijos, las nacidas en 1965 tienen 1,6 y la generación de las españolas nacidas en 1975, según una previsión reciente, seguirá cayendo hasta 1,4 hijos por mujer.

El estudio llama la atención sobre el porcentaje de mujeres españolas que deciden no tener hijos. En comparación con las mujeres europeas, este porcentaje es reducido. Es cierto que ha ido en aumento con los años, explican, pero solo moderadamente. En la generación de las mujeres que rondan los cincuenta años el porcentaje de sin hijos roza el 13%, cuatro puntos más que el porcentaje de las mujeres que tienen setentaytantos años. Las británicas que deciden no ser madres rondan el 20%.

Siguiendo con la comparación con las británicas, el informe de "la Caixa" detecta que en ese país la progresión hacia un segundo y un tercer hijo sigue siendo un hecho frecuente, a pesar del alto porcentaje de mujeres que no tienen hijos.

Para los expertos en demografía, "el hecho de que la fecundidad de España sea muy baja no puede ser atribuido a un creciente rechazo de la maternidad, sino que hay que buscar la explicación en los bajos índices de progresión hacia el segundo hijo", concluye el informe, que pide mayores "políticas públicas" que incidan positivamente en la fecundidad, tales como medidas de conciliación, escuelas infantiles y un impulso de la igualdad de género.

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