Descubre ahora si cumples con ese perfil.

¿Qué buscan?

Comunicación. Debes ser convincente, además de saber transmitir las ideas y las propiedades del producto de manera concisa, mantener la confianza con el cliente y transmitir las impresiones de éste a la empresa.

Producto. Creer en él y conocerlo a fondo. Saber venderlo es destacarle a cada cliente las características que más útiles le resulten. El comercial debe ayudar a buscar soluciones a los problemas que el cliente plantee, además de ofertarle el producto adecuado a lo que busca.

Empuje. El mercado es variable y no siempre las rachas de venta son buenas. Hay que saber sobreponerse y trabajar con optimismo.

Fortaleza. La presión es una constante en la profesión. Se trabaja por objetivos y de ellos depende en gran medida el sueldo.

Carácter. Tener vitalidad, iniciativa y educación; tratar siempre con respeto a los clientes, entablando la mejor relación posible, y saber llevar una agenda para no desatender a nadie.

Imagen. Somos el representante de la empresa ante el cliente. Nuestra forma de vestir, de expresarnos y de tratar a los demás lo dice todo acerca de cómo somos.

Formación. Cursos de técnicas de venta, másteres y demás ayudan a sacar lo mejor de nosotros mismos y del producto que vendemos. El mercado cambia y la formación debe ser continua.

Motivado y bien remunerado

La motivación de un comercial es una de las claves para que éste realice sus ventas. Este incentivo, generalmente económico, ayuda mucho a que los comerciales se esfuercen aún más para lograr una venta. También, al ser un sector que se relaciona con mucha gente, es bastante factible que pueda ser tanteado por alguna de las empresas con las que mantiene contacto. Un comercial motivado y comprometido con la empresa es el mejor activo laboral para conseguir unos buenos volúmenes de venta.