La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a un vecino de Talavera de la Reina (Toledo) a nueve meses de prisión por un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar y a la pena de siete meses y quince días de cárcel por cada uno de los dos delitos de lesiones a sus hijos de 14 y 16 años, a los que no podrá aproximarse durante nueve años.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, condena asimismo al padre de los niños a la privación de la tenencia y porte de armas durante seis años e inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad por tiempo de cinco años.

Igualmente, se condena al hombre a indemnizar a uno de sus hijos en la cantidad de 150 euros por las lesiones sufridas y en 6.000 euros a cada uno de sus hijos por los malos tratos infringidos a ambos.

El juez considera probado que el padre se trajo a los menores a España en el año 2006 para vivir con él, comenzando al poco tiempo los malos tratos por parte del acusado hacia los mismos y que el día 30 de mayo de 2011, el acusado, mientras se encontraba en el interior del domicilio familiar situado en Talavera de la Reina (Toledo), sirviéndose de un cable eléctrico golpeó al hijo de 14 años por distintas partes del cuerpo.

Esta acción le causó al joven menoscabo en su integridad física consistente en "lesiones eritematosas lineales en glúteo y pierna derecha", necesitando para su curación de una primera asistencia facultativa, tardando cinco días no impeditivos en sanar, para acto seguido raparle al cero.

En fecha 12 de abril de 2011, según los hechos probados, el acusado golpeó con una azada en la cabeza del mismo hijo mientras se encontraba en un huerto que cultivaba él mismo, causándole una herida en la cabeza de unos cinco centímetros de longitud, sangrando abundantemente por la misma, sin que el acusado llevase a su hijo a centro médico alguno para ser atendido, curándose por sí mismo con la ayuda de su hermano.

Ese mismo día ambos hermanos estuvieron trabajando en el huerto en cuestión desde las 7.00 hasta las 18.00 horas no siendo la primera vez que esto sucedía. Igualmente el acusado obligaba a sus hijos a levantarse a las 5.00 de la madrugada para hacer las tareas domésticas antes de acudir al instituto.

Le negó la comida

El día, 21 de mayo de 2011 el acusado le negó la comida a su hijo de 16 años por llegar el último a la mesa, empujándole fuertemente contra la pared, a consecuencia de lo cual se le cayó al chico al suelo un plato que llevaba en la mano, agachándose éste a recogerlo, momento que fue aprovechado por el acusado para darle una patada en el costado sin causarle menoscabo en su integridad física.

En fecha no concretada el acusado, según los hechos probados, golpeó con una hebilla de su cinturón al hijo de 14 años en la cabeza produciéndole una herida de pequeñas dimensiones en la coronilla.

El juez asegura que el acusado con este proceder sometió a sus hijos de manera continúa a un trato presidido por el uso de la fuerza, creando "un clima de terror y tensión" en sus hijos, que fueron "las víctimas inocentes" que sufrieron en su propio cuerpo las consecuencias de sus reacciones físicas "furibundas y carentes del más mínimo sentimiento de paternidad del acusado hacía sus hijos".