Una pareja canadiense está peleando en los tribunales después de que las autoridades de su país hayan tomado la tutela legal de tres de los seis sextillizos de la pareja para hacerles unas transfusiones de sangre que necesitaban por haber nacido prematuramente.

Los padres de los niños son Testigos de Jehová, y los seis hermanos nacieron con 15 de semanas de anticipación.

Como su religión les prohibe las transfusiones, los padres dicen estar buscando vías alternativas de tratamiento por a los niños.

Por lo pronto, ya están intentando evitar que las autoridades vuelvan a intervenir de esa manera.

Los sextillos nacieron entre el 6 y el 7 de enero.

Todos pesaron menos de un kilo al nacer. Dos fallecieron, y los médicos están tratando a los otros cuatro.

Ya les han devuelto la custodia a los padres, aunque los niños siguen ingresados en el hospital de Vancouver, según el diario canadiense Globe and Mail.

Los padres culpan a las autoridades de no haberles dado la oportunidad de exponer su caso.

"La Corte Suprema de Canadá tiene la obligación de darle a los padres una audiencia justa", dijo el abogado de los padres, Shane Brady.

El ministro provincial de Niñez y Desarrollo Familiar, Tom Christiansen, no comentó este caso específico, pero dijo que las autoridades tenían el deber de proteger a los niños.

"La obligación es asegurar de que si un niño necesita protección, el Ministerio debe intervenir y asegurarse de que esos niños reciben el tratamiento que necesitan", dijo.

Los Testigos de Jehová creen que la Biblia prohibe las transfusiones de sangre y que someterse a una es un pecado.

Dos médicos avisaron al gobierno provincial de Columbia Británica (British Columbia) que tome la tutela de tres de los sextillizos y que le haga transfusiones a dos de ellos más allá de las objeciones de sus padres.

El caso ha levantado de nuevo el debate en Canadá acerca de la separación entre fe y Estado en aquellos casos en los cuales los Testigos de Jehová han rechazado las transfusiones de sangre.