Trabajadores de Tragsa descartan "lavar los trapos sucios" de Botella y dicen que no limpiarán

La huelga de limpieza en Madrid se adentra en su segunda semana mientras las calles y las plazas comienzan a estar intransitables. La prensa internacional se hace eco del asunto y habla de "caos apestoso".
La huelga de limpieza en Madrid se adentra en su segunda semana mientras las calles y las plazas comienzan a estar intransitables. La prensa internacional se hace eco del asunto y habla de "caos apestoso".
JORGE PARÍS
La huelga de limpieza en Madrid se adentra en su segunda semana mientras las calles y las plazas comienzan a estar intransitables. La prensa internacional se hace eco del asunto y habla de "caos apestoso".

Los trabajadores de Tragsa se niegan a participar en las tareas de limpieza de Madrid. Así, han invitado a la alcaldesa del Ayuntamiento madrileño, Ana Botella, a decretar la alerta sanitaria antes de pedir la intervención de la empresa pública en las calles de la capital.

El portavoz de CSIF en Tragsa, Rafael Fernando, ha explicado que los trabajadores de la empresa pública —sobre los que también sobrevuela un Expediente de Regulación de Empleo (ERE)— no están por la labor de "lavar los trapos sucios" de esta huelga viaria si antes la alcaldesa no admite que existe un problema sanitario consecuencia de los paros.

Por otro lado, ha querido también lanzar un mensaje de "solidaridad" a los trabajadores que están en huelga de limpieza viaria y ha manifestado que esperan que se resuelva el conflicto mediante el diálogo entre trabajadores y empresas.

En la tarde de este miércoles, Ana Botella ha anunciado que el Ayuntamiento asumirá el control directo contratando a la empresa pública Tragsa para cumplir los servicios mínimos mientras dure la "huelga salvaje" de limpieza viaria, una acción que pondrá en marcha si las concesionarias y los trabajadores no alcanzan un acuerdo antes de las 17.00 horas del viernes.

En un comunicado, el comité de empresa de Tragsa rechaza "rotundamente las manifestaciones de la alcaldesa de Madrid" y afirma que los trabajadores no están dispuestos "a participar en las artimañas" de Ana Botella, "incapaz de gestionar ningún tipo de conflicto".

Los empleados de la empresa pública entienden que "no se cumplen los requisitos marcados por la ley en este tipo de situaciones pues sería necesario que se declarara una situación de emergencia sanitaria, que en este caso no se cumple, según reconoce la propia alcaldesa, pues para que fuese declarada suele transcurrir unas tres semanas, como ha sucedido en otras ocasiones".

Además, indican que no podrán prestar el servicio de limpieza, ya que la mayoría de los trabajadores que pueden realizar estas tareas van a ser despedidos.

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