La dura orografía de los Andes peruanos, las lluvias a destiempo, las heladas y la precariedad impedían a Hugo Pariona mantener a su familia en condiciones salubres. Hugo, su mujer Mariluz y sus tres hijos viven a 4.000 metros de altitud, en el departamento de Huancavelica, en Los Andes, en Perú.

Allí el cultivo más extendido es el de la patata, con aproximadamente 15.000 hectáreas sembradas. Es un producto fundamental para la supervivencia de la población que, sin embargo, ha visto como el cambio climático y sus vaivenes ponían constantemente en peligro la producción de este tubérculo que comenzó a ser cultivado en esa misma zona hace 7.000 años.

Ahora, gracias a un programa de Oxfam Intermón, que colabora con organizaciones locales y que ha puesto en marcha la campaña Alimentos con poder, Hugo ha aprendido a gestionar sus cosechas, a aprovechar el agua de riego para no depender de las lluvias y a organizar el cultivo en terrazas para evitar la erosión y la pérdida del suelo.

"A los pequeños campesinos no nos valoran. Somos olvidados, no logro entender por qué. Aquí nunca ha venido ningún funcionario ni político. Siempre hemos sido pobres", se queja Hugo desde su pequeña población en la montaña andina.

"Lo que me preocupa es que hay un cambio climático y no sacamos buena cosecha, pero con el apoyo de organizaciones de aquí y con mucho sacrificio estamos aprendiendo a superarlo. Hemos conseguido duplicar la producción, y ahora estamos cultivando papa, cebada, habas, quinua...", dice esperanzado este pequeño agricultor.

Mejorar su producción "hasta en un 50%" le ha permitido sacar a su familia de una casa alquilada e insalubre para construir su propia casa, que va acondicionando poco a poco para superar las duras condiciones climáticas del lugar. "A veces vendemos un centavo de nuestra papita, y con ello compramos nuestras ventanas, el acabado de las puertas...", explica.

Pero además, los Pariona han podido sembrar un huerto para autoconsumo, tener un corral con gallinas y conejos, comprar medicinas... "Queremos mejorar, queremos vivir mejor que nuestros padres. Ahora tenemos una vivienda saludable, mejor alimentación, mejor educación…", dice esperanzado el agricultor.

La familia de Hugo no es la única que ha conseguido tomar el control de sus vidas gracias al programa de Oxfam Intermón, que ahora beneficia a cerca de 50.000 personas de la localidad, algunas de las cuales visitan la casa de Hugo para tomarla como ejemplo.

Según datos de Oxfam Intermón, cada día 842 millones de personas se van a dormir con el estómago vacío. En el caso de Perú, 7,8 millones de personas se encuentran en situación de pobreza. Y aunque las cifras han descendido ligeramente en los últimos años, en el ámbito rural aún hay un 53% de la población en este situación, según datos del Instituto Nacional de Estadística del Perú.

Y es que las zonas rurales son las más castigadas por la necesidad y la ausencia de alimentos y útiles básicos. En 2012 los mayores niveles de pobreza extrema (ingresos familiares por debajo de los 151 soles -40 euros- mensuales) se dieron en el área rural con el 19,7% de la población, mientras que en las urbes sólo supuso el 1,4%.

Mejorar las viviendas y las infraestructuras es especialmente importante en el perú andino, donde la temperatura puede bajar mucho durante gran parte del año. Recientemente, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú, René Cornejo Díaz, aseguró que en las zonas rurales sólo el 35% de la población cuenta con servicios básicos de saneamiento y que el 90% consume agua de baja calidad.