El exceso de grasa en pacientes con artritis reumatoide puede influir sobre la actividad de la enfermedad

El exceso de grasa en pacientes con artritis reumatoide, en concreto, la alteración de los índices de masa magra en brazos y piernas con respecto al tronco y de miembros con respecto a la masa magra total, puede influir sobre la actividad de la enfermedad, el daño radiológico y daño endotelial vascular precoz, según concluye un estudio español, que se presentará en el próximo Congreso del Colegio Americano de Reumatología (ACR, en sus siglas en inglés) que se celebrará del 25 al 30 de octubre en San Diego (EE.UU).

El exceso de grasa en pacientes con artritis reumatoide, en concreto, la alteración de los índices de masa magra en brazos y piernas con respecto al tronco y de miembros con respecto a la masa magra total, puede influir sobre la actividad de la enfermedad, el daño radiológico y daño endotelial vascular precoz, según concluye un estudio español, que se presentará en el próximo Congreso del Colegio Americano de Reumatología (ACR, en sus siglas en inglés) que se celebrará del 25 al 30 de octubre en San Diego (EE.UU).

La masa corporal alterada en pacientes con artritis reumatoide "es consecuencia de la presencia, duración y actividad de la enfermedad", según el autor principal de este estudio, el doctor Iván Ferraz, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife), quien asegura que "dado que esta composición alterada parece influir sobre determinadas comorbilidades, su medición y control pueden ser de interés para el control de la enfermedad".

El objetivo del estudio era observar la relación existente entre la composición corporal alterada en estos pacientes con determinadas características de la enfermedad como la actividad clínica, el riesgo cardiovascular o el daño radiológico. Anteriores estudios ya habían puesto de manifiesto que dicha composición corporal está alterada en pacientes con artritis reumatoide.

Por otra parte, el estudio ha evidenciado que en los pacientes con artritis reumatoide -se estima que actualmente hay más de 200.000 afectados en España- las variaciones en la actividad de la enfermedad suponían variaciones también en su actividad física, de tal manera que si presentaban un brote articular, disminuía la actividad física.

"Es fundamental potenciar el ejercicio físico en los pacientes con artritis reumatoide, pero siempre adaptándolo al estado articular", asegura la doctora Vanesa Hernández, médico adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife).

Por tanto, se recomienda la actividad física en pacientes con AR, pero siempre bajo control. La especialista insiste en la importancia de mantener un nivel adecuado de actividad física puesto que "según evidencias científicas, los pacientes con artritis reumatoide tienen mayor riesgo cardiovascular que la población general debido a distintos factores conocidos: la inflamación mantenida, el uso de determinados fármacos y la aterogénesis acelerada; por lo que puede disminuirse el riesgo cardiovascular si los niveles de actividad física son los adecuados".

Por ejemplo, en una persona con artritis reumatoide sin grandes deformidades articulares y con un grado de actividad baja o en remisión clínica, las recomendaciones serían las mismas que para la población general, realizar actividad física de intensidad moderada al menos 20 minutos tres días a la semana.

En pacientes con peor clase funcional se indicarían, en cambio, ejercicios de poco impacto al trabajar sobre las articulaciones más afectadas y principalmente enfocado a aumentar la fuerza y el tono muscular de forma global.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento