El Juzgado de Instrucción nº 3 de Torrelavega ha decretado la apertura de juicio oral contra dos jóvenes detenidos en la capital del Besaya durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012, para los que la Fiscalía pide 16 meses de cárcel por resistencia grave a la autoridad y lesiones a dos agentes de la Policía Nacional.

Asimismo, el Ministerio Fiscal propone que se les imponga una indemnización total de 4.200 euros, por las lesiones sufridas por los policías en una rodilla y una muñeca, respectivamente, durante la detención, y que abonen el coste de una pluma estilográfica que perdió un tercer agente, según consta en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press.

La defensa de los jóvenes y varios sindicatos han considerado desproporcionada la petición de la Fiscalía. En declaraciones a Europa Press, el abogado defensor, Luis María Pozo Fernández, ha ironizado al respecto señalando que "también les podían acusar de matar a Manolete", y ha afirmado que "tenemos policías de cristal" que encima llevan estilográficas en acciones antidisturbios.

Aunque la Fiscalía señala en su escrito que los jóvenes detenidos formaban parte del piquete de la Intersindical Cántabra, fuentes consultadas por esta agencia han desmentido este extremo y han apuntado que estaban con el Comité de Unidad Obrera, CUO-Besaya.

Según la versión del Ministerio Fiscal, los 'piqueteros' "se excedieron en algunos momentos en su función de información", lo que motivó que sobre las 11,30 horas, en la calle Julián Ceballos, dos agentes procedieran a identificar a uno de los acusados, quien para evitarlo, "empuja a los dos agentes y huye corriendo, cruza la calzada y grita al resto del piquete" alentando a que le ayudaran.

En ese momento, un tercer agente lo intercepta, y el acusado "mediante manotazos y empujones" intenta zafarse, llegando a tirarse al suelo. El relato del Fiscal también señala que al intentar por segunda vez la identificación, el acusado se niega y "nuevamente lanza patadas otra vez a los agentes", que finalmente logran detenerle "tras numerosos empujones y codazos", produciéndose un forcejeo antes de conseguir introducirle en el coche policial.

En ese momento, el segundo acusado se coloca delante del coche policial y se procede a detenerle, pero según el Fiscal, "intenta evitarlo mediante empujones, patadas y codazos". Uno de los agentes consiguió pararle, cayendo ambos al suelo, y otro policía que acudió a ayudarle "también recibió diversos envites".

El Ministerio Fiscal sostiene que a consecuencia de los golpes, uno de los policías sufrió mialgias y erosión en la rodilla derecha, y el otro traumatismos en la muñeca derecha, y pide para ellos una indemnización de 150 euros y 4.048 euros, respectivamente.

Además, solicita para cada uno de los acusados nueve meses de prisión por un delito de resistencia grave, otros siete meses por un delito de lesiones, ocho días de localización permanente por una falta de lesiones y el abono de las costas procesales.