Especialistas del Hospital de Toledo implantan el primer desfibrilador cardiaco totalmente subcutáneo

El Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, es el primer centro sanitario público de España en el que se ha implantado un desfribrilador totalmente subcutáneo para tratar arritmias cardíacas graves. Para realizarlo no ha sido necesario acceder hasta el corazón del paciente facilitando así su recuperación en el domicilio.
Operación
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EUROPA PRESS/JCCM
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El Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, es el primer centro sanitario público de España en el que se ha implantado un desfribrilador totalmente subcutáneo para tratar arritmias cardíacas graves. Para realizarlo no ha sido necesario acceder hasta el corazón del paciente facilitando así su recuperación en el domicilio.

El doctor Miguel Angel Arias, cardiólogo de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología Cardíaca del centro toledano, explica que "estos desfibriladores cardiacos se implantan en pacientes con diversas cardiopatías y, por tanto, con un riesgo alto de presentar una muerte súbita a causa de la producción de arritmias letales".

Este cardiólogo indica que los desfibriladores cardíacos son dispositivos de alta tecnología que continuamente vigilan el ritmo del corazón. En el caso de que se produzca una de estas arritmias graves, son capaces de identificarla y eliminarla, consiguiendo recuperar el ritmo normal del corazón, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Hasta ahora, explica el doctor Arias, "los desfibriladores convencionales, que llevan un generador de energía eléctrica, se colocan en el paciente bajo la piel, por debajo de la clavícula; para ello hay que realizar una incisión lateral próxima a la axila".

El generador está conectado a un cable que ha de introducirse hasta el corazón a través de una vena, de forma que, en caso de que el paciente que porta el desfibrilador sufra una arritmia, el cable permite detectar el ritmo cardíaco anormal y el dispositivo emite una descarga eléctrica que consigue restablecer el ritmo cardíaco, devolviéndole la frecuencia normal y evitando así la muerte del paciente.

El nuevo dispositivo tiene un funcionamiento similar pero, tanto el generador de energía o batería como el cable que conduce la descarga, se colocan de forma subcutánea, de modo que no es necesaria la incisión para acceder hasta el corazón.

Para el doctor Miguel Angel Arias, esta característica aporta importantes ventajas en aquellos pacientes en los que, por distintas circunstancias, no es posible el acceso de cables hasta el corazón. El nuevo dispositivo se convierte en la mejor solución para tratar a este tipo de pacientes.

Menos complicaciones

Además, al no acceder al corazón, se evitan complicaciones que pueden surgir tanto durante la intervención como a lo largo del seguimiento de estos pacientes. Entre ella, las derivadas de que se mueva el cable del lugar del corazón donde se fijó mecánicamente, o las relacionadas con problemas vasculares o infecciones que, por conectar con el corazón, pueden poner en peligro la vida de los pacientes.

Es por ello que el desfibrilador subcutáneo se plantea ya como una alternativa prometedora en muchos pacientes para sustituir a los desfibriladores convencionales, más allá de aquellos pacientes con problemas de acceso vascular al corazón. No obstante, comenta el doctor Arias, en los próximos años se irán añadiendo en el dispositivo mejoras tecnológicas ya presentes en los desfibriladores convencionales, que permitan que se pueda ampliar su uso a un mayor número de pacientes en riesgo de muerte súbita, a los que de momento sólo es adecuado el desfibrilador con cables dentro del corazón.

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