Inmersos aún en los directos que desde verano están ofreciendo por toda nuestra geografía con su último trabajo, Santacruz, Supersubmarina ya está preparando su siguiente movimiento. Una nueva gira, que comenzará el 22 de noviembre, y con la que celebrarán su primer lustro como banda. El grupo de Baeza tocará por primera y última vez todas las canciones editadas hasta la fecha: las de sus dos elepés oficiales, Electroviral y Santacruz, así como los de Realimentación. Agradecidos a su público, porque pese a su juventud saben lo que cuesta llegar a tan buen puerto, han sido ellos mismos quienes han querido realizar esta gira.

Hay un momento en el que todo cambia, y muchas veces ni se ve venir, ¿cuál ha sido el suyo?

Es verdad que no lo vimos venir. Empiezas con una dinámica que apenas te da cuenta. Y el azar es fundamental, se mete y casi ni te das cuenta. No sabríamos identificar cuál fue el momento, sólo que de repente esto ya era un follón.

Pero ese 'follón' era la intención, ¿no?

Sí, pero ha sido poco a poco. Empezamos tocando en sitios pequeños, luego ya en Moby Dick que fue para nosotros una pasada, después La Riviera... Hemos hecho el viaje entero bajando en todas las estaciones y pagando todos los peajes.

Un viaje sin certezas...

Sí, claro, hasta ahora sólo hemos obtenido cosas buenas, pero nada asegura nada.

¿Disfrutan los directos o harían menos si no fuera tan necesario para sobrevivir?

Los directos forman casi la totalidad de nuestra actividad, lo que nos mantiene son las giras. Por ahí vienen los ingresos, es lo que nos mantiene, porque con la piratería... De todas maneras disfrutamos mucho los directos, nos lo pasamos muy bien. Aunque es verdad que al principio nos decían que estábamos muy parados en el escenario. Luego se van cogiendo tablas y se va venciendo la timidez.

Vamos al otro lado, ¿cuesta habituarse a escuchar la voz en los discos? Decía Camarón cuando se escuchaba que ése no era él...

Al principio pasa eso, pero luego ya uno aprende a escucharse. Cuando te escuchas las primeras veces piensas: pero, madre mía, qué es esto. Y luego ya vas sintiendo más orgullo del resultado.

Han dado un concierto muy especial: estaban en directo en los estudios de Red Bull en Matadero y el público asistía al mismo tiempo a su concierto en Callao, gracias a unas pantallas y cascos, ¿esto cómo resulta para ustedes?

Es como un polvo virtual, al principio cuesta pero luego es casi igual que uno de verdad. Estas cosas nos 'ponen', son diferentes, se salen de lo cotidiano.

¿Qué es lo peor que puede pasarles en un escenario?

Para nosotros caernos de boca. Porque si te equivocas puedes seguir pero si te caes... Y nos hemos caído todos, menos el batería, claro, porque está sentado. Hasta tres veces hemos patinado.

¿Se equivocan mucho? Claro, me dirán que no...

Qué va, qué va, no te lo vamos a negar. Tenemos un gambómetro y vamos apuntando quién falla y en qué.

Mucha polémica porque en Gandía Shore pusieron su música, ¿algo que decir?

El que quiere criticarte siempre encuentra algo para hacerlo. Lo respetamos, pero en este tema pasamos. No depende de nosotros. De todas maneras el que criticaba que saliera nuestra música pensaba que era parte de nuestra promoción. Ahora si nos hubieran preguntado, sinceramente: hubiéramos dicho que no.

Su disco Santacruz alcanzó el número 3 de los más vendidos en España, ¿muy inesperado o en realidad sí que entraba en sus previsiones?

Mira, nadie hubiera dicho ni creído que llegaríamos al número 3. Nosotros los primeros. Fue por un lado, además de una sorpresa, un alivio, porque ves que respondes a la discográfica. Y además motiva, te lleva a que lo que hagas después sea mejor. Es una presión positiva que te hace trabajar más.

¿No se sube un poco a la cabeza el éxito?

Somos los cuatro amigos desde siempre, y no nos dejamos salirnos del tiesto. Nuestro entorno tampoco nos lo permite, ellos nos enseñan de qué va esto y nos ayudan a que no se nos suba nada de nada. Porque si no se está preparado se te puede ir la cabeza.

Mucho amor y desamor en sus canciones, pero también hay algo social...

Siempre hemos tenido contenido social.  Pero somos realistas, sabemos que no podemos cambiar el mundo y bastante hay ya en el mundo para machacar también con la música. Cuando tenemos algo que decir lo decimos y el resto de lo que cantamos es lo que sentimos.

¿Qué sienten en este momento que es importante decir?

Que basta ya de que el pueblo pague los errores de los políticos. Errores que no son errores, porque no están hechos sin querer; van a mala idea y lo estamos pagando todos.

¿Y qué es lo más importante que quieren dar al público con sus canciones?

Historias cercanas y de nuestra generación.

¿Cuál es la historia de su generación?

Una historia difícil: gente preparada sin oportunidades.