Italia da el primer paso para que la inmigración ilegal deje de considerarse un delito

  • El debate en Italia sobre su ley migratoria se ha reabierto en el país, tras el naufragio el pasado jueves de un barco con más de 500 personas.
  • El balance oficial de víctimas ya supera los 300 fallecidos.
  • En  Italia la inmigración ilegal se considera un delito y conlleva multas de hasta 10.000 euros para quienes estén en el país en situación irregular.
  • El primer ministro italiano, Enrico Letta, ha visitado la isla por primera vez desde que sucedió la tragedia, hace ya una semana.

La comisión de Justicia del Senado italiano ha dado este miércoles un primer paso para eliminar el delito de inmigración ilegal en Italia, con la aprobación de una enmienda presentada por el partido Movimiento 5 Estrellas (M5S). El subsecretario de Justicia, Cosimo Ferri, anunció la aprobación de la enmienda, que contó con el apoyo del Ejecutivo, según recogen los medios de comunicación italianos.

En Italia la inmigración ilegal está tipificada como delito desde 2009 y puede ser sancionada con multas de entre 5.000 y 10.000 euros, toda vez que la ley prevé un proceso ante el juez en el que las personas en situación irregular podrán ser expulsadas del país de forma inmediata. "La sanción penal se perfila desproporcionada e injustificada", dijo Ferri "y la sanción pecuniaria es, de hecho, imposible de llevar a cabo".

Asimismo, destacó que "el Estado debe regular los flujos migratorios de forma compatible con las concretas posibilidades de acoger a los inmigrantes por razones de orden público y humanitarias" y agregó que "es necesario garantizar una hospitalidad digna a aquellos que huyen de situaciones de extrema indigencia o inhumanas".

El delito de inmigración ilegal entró en vigor en 2009, tras su aprobación por parte del Ejecutivo conservador de Silvio Berlusconi, que en aquel entonces tenía como aliado de Gobierno al partido federalista con tintes xenófobos de la Liga Norte, uno de cuyos miembros ocupaba la cartera de Interior.

Según esa ley, con la que se obliga además a los funcionaros públicos a denunciar a los indocumentados, aunque los médicos y los directores de centros educativos quedan exentos de esa obligación. Los inmigrantes que consiguieron sobrevivir el pasado jueves al naufragio podrían tener que enfrentarse a multas de varios miles de euros.

Al delito de inmigración ilegal se suma la llamada ley 'Bossi-Fini' de 2002, que adquiere ese nombre por sus ministros conservadores promotores y que prevé el delito de complicidad con la inmigración clandestina para quien lleve a Italia a inmigrantes sin permiso de entrada, aplicable, por tanto, a quienes asisten a barcos de indocumentados en apuros.

Mientras el Partido Demócrata, del primer ministro Enrico Letta, y el M5S expresaron su satisfacción por la decisión adoptada por la comisión del Senado, desde la Liga Norte se ha tachado la medida de "vergüenza". "Es un mensaje que lanzado en este momento puede desestabilizar la seguridad y los flujos migratorios hacia Italia. Lucharemos en el pleno del aula para reintroducir el delito", declaró el portavoz de la Liga en el Senado, Massimo Bitonci.

Ya son más de 300 muertos en Lampedusa

El debate en Italia sobre su ley migratoria se ha reabierto en el país, tras el naufragio del pasado jueves en la isla de Lampedusa. El balance oficial de muertos ya supera los 300, después de que fueran recuperados más cadáveres por los buzos de los cuerpos y fuerzas de seguridad de Italia.

Según fuentes de la Guardia Costera la cifra actual de muertos es de 302 personas, tras el rescate en la tarde de este miércoles de cuatro nuevos cadáveres, dos hombres y dos mujeres, encontrados entre los restos del barco, que yace a unos 50 metros de profundidad en el mar a media milla de Lampedusa. De estos tres centenares de víctimas, 210 son hombres, 83 mujeres y 9 niños. Sus cuerpos descansan en féretros blancos en la pequeña isla italiana y ante ellos se arrodilló el primer ministro de Italia, Enrico Letta, para rendirles homenaje durante su visita a Lampedusa.

Algunos de los 155 supervivientes de la tragedia habían asegurado que en la nave, que partió de las costas de Libia, viajaban 518 personas, aunque otros elevaban esa cifra algunas decenas más, por lo que aún puede haber más de cincuenta cadáveres en el casco del barco.

La atención de este miércoles en la pequeña isla italiana se centró en la visita del primer y viceprimer ministros de Italia, Enrico Letta y Angelino Alfano, junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y a la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström.

Barroso y Letta fueron recibidos con abucheos y gritos de "vergüenza" de parte de algunos vecinos de Lampedusa, quienes recriminan a las autoridades haber abandonado a la isla a su suerte, teniendo que hacer frente al incesante flujo de la inmigración ilegal proveniente del norte de África.

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