Gran despliegue policial en busca del homicida del alcalde de Fago

  • La pequeña localidad oscense de Fago y sus aledaños eran ayer un hervidero de guardias civiles.
  • Ssegún fuentes de la investigación, estrechaban el cerco a la persona o personas que mataron a su alcalde de un tiro de postas hace ya una semana.
Agentes de la Guardia Civil buscan pruebas en la carretera de acceso a Fago. (Pablo Otín / EFE)
Agentes de la Guardia Civil buscan pruebas en la carretera de acceso a Fago. (Pablo Otín / EFE)
Pablo Otín / EFE
Agentes de la Guardia Civil buscan pruebas en la carretera de acceso a Fago. (Pablo Otín / EFE)

Patrullas de la Benemérita se desplegaron, en busca de pruebas, por la carretera donde apareció el coche del edil.

Miguel Grima, el edil muerto, había presentado denuncias por amenazas a unos ciudadanos vascos, a los que había denegado el empadronamiento en el pueblo, y también a personas que habitan en la localidad pirenaica de La Jacetania, muy próxima a Navarra, marcada ya por la tragedia.

Palmo a palmo

Pero el móvil del crimen y la identidad de su autor o autores parecen atrapados en el silencio de los parajes agrestes y recónditos en los que se ubica Fago.

Ayer, la Guardia Civil recorrió palmo a palmo el lugar junto a la carretera de Majones donde apareció el cadáver del primer edil, buscando pistas. También realizaron pruebas a gente de la zona en busca de restos de pólvora en las manos.

Miguel Grima, que regentaba junto con su mujer una casa de turismo rural y fabricaba bobinas de cobre para la empresa de un cuñado suyo, no tenía problemas económicos ni personales, según varias personas allegadas.

Rencillas por cuestiones territoriales, urbanísticas o de carácter más banal podrían estar en el fondo de este crimen rural.

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