Eduardo Punset: "Se avecina un gran cambio, la ciencia irrumpe en la cultura normal"

  • Cumple su anhelo el divulgador científico con 'El sueño de Alicia', la "novela científica" que siempre había querido escribir.
  • A través de Luis y Ana la obra ahonda en los últimos y mayores descubrimientos.
  • "Habrá un cambio total en todo: la ciencia será la protagonista" afirma el autor.
Eduardo Punset novela la ciencia en 'El sueño de Alicia'
Eduardo Punset novela la ciencia en 'El sueño de Alicia'
Jorge Paris
Eduardo Punset novela la ciencia en 'El sueño de Alicia'

La última obra de Eduardo Punset (Barcelona, 1936), El sueño de Alicia (Destino),  acerca los descubrimientos más recientes de la ciencia al lector a través de la historia de dos personajes. Una unión de vida, emoción y ciencia, que hace años que deseaba poder hacer.  Licenciado en Derecho pero siempre atraído por la ciencia fue además político con Suárez. Él lo explica así: "Es que yo era el único que sabía inglés".

Tanto responde y tan pocas veces escapa a las preguntas que el desde hace 17 años presentador de 'Redes' dice al final de la conversación: "No sigamos, que al final voy a decir toda la verdad".

¿Hasta dónde puede llegar el poder de la mente, centro de su libro?

Hay un experimento muy reciente que puede servir de respuesta. Un grupo de científicos de Londres dividieron a las mujeres de la limpieza en dos grupos, las que eran conscientes del ejercicio que hacían con su trabajo y en otro, las que no lo eran. El resultado: las que eran conscientes adelgazaban y las otras, no. El poder infinito de nuestra voluntad puede incidir sobre la propia estructura genética.

¿Y dónde deberíamos aplicarlo más?

En gestionar las emociones, que es algo posible. Es un aprendizaje, claro, pero se puede.

Otra cuenta pendiente es la intuición, ¿y ella debería ser la primera, a la que más caso deberíamos hacerle?

La intuición, y es uno de los más importantes descubrimientos que ha hecho la ciencia. La mayoría de los circuitos cerebrales están basados en la intuición, la razón ocupa un lugar insignificante en ellos. Eso no significa que no se requiera una preparación.  Preparación para que los jóvenes sepan, por ejemplo, por dónde pueden venir los tiros, que es que no tienen ni idea.

¿Ve muchas carencias en los jóvenes?

Es que hay que enseñarles a gestionar muchas cosas, como ese cúmulo de información que hay en la Red, Facebook, Twitter... las redes. Y eso no es lo principal, antes hay que saber que el cociente intelectual ya no lo es todo. Antes era la clave de todo, para trabajar, por ejemplo, pero ya no. Les pedimos que se incorporen, pero no les hemos enseñado lo nuevo, como que la intuición es primordial o técnicas de comunicación digital y relacional. Hemos seguido insistiendo en las competencias de antaño y eso ya no vale.  No podemos darnos el lujo de repetir: cualquier tiempo pasado fue peor.

¿Qué le parece la ausencia juvenil en puestos relevantes?

Es un escándalo ver la ausencia de jóvenes en puestos de responsabilidad. Y en política, un escándalo.

Hablando de escándalos, ¿cómo es posible que sucediera lo que ha sucedido con las nucleares de Japón?

Por no usar las políticas de prevención, algo que no nos han enseñado y que hay que aprender ya. Igual que vais a tener que aprender a distribuir el trabajo, porque vais a encontraros con mucha gente mayor como yo con la que no vais a saber qué hacer. La ventaja del aumento de esperanza de vida es que está terminando con un miedo con el que hemos vivido ofuscados: a la muerte. Cuando lo único importante es la vida.

Usted fue ministro, ¿repetiría?

Ni loco volvería a ser político. Creo que es un gran error la ausencia brutal de la juventud en los mecanismos políticos y de pensamiento. No puede ser este espectáculo que estamos dando  con gente de edad tan avanzada. Eso va a cambiar. Incluso habrá una futura desaparición del Estado y un crecimiento de los poderes locales y autonómicos.

¿Así que su interés en política es nulo?

Siento inquietud por muchas cosas, pero por la política ninguno. Es algo que no va a crecer. Sobran políticos y canales. No es algo que ofrecería a mis hijos como profesión.

¿Cree usted que la generación de los que hoy tienen de treinta a cuarenta y algo más deberían hacer algo más por cambiar las cosas? ¿O es que somos incapaces de gestionar el miedo?

Creo que hace falta un sueño distinto. Ahora que sabemos que el cerebro se puede activar no sólo por deseos individuales como hambre o sed sino también por necesidades generalistas como la empatía o el amor por los demás debemos aprovecharlo. Creo que también sería necesario cambiar ese tercio de la población hundida por el estrés.

¿Qué piensa el Punset más científico cuando ve cómo se suicida la gente en nuestro país?

Que la culpa no es de los demás, que es de uno mismo. Es muy fácil culpar al resto.

Además de cambiar el mundo, los jóvenes, las enseñanzas, ¿otra televisión, usted que lleva en ella tantos años (17 con 'Redes'), es posible?

La verdad es que la veo muy poco, pero creo que mi programa ha seguido porque se ha tenido el presentimiento del gran cambio que se avecina. La ciencia es la que irrumpe en la cultura normal.

¿Estudiaría, si pudiera volver atrás, una carrera de ciencias?

Creo que no, porque de haberlo hecho, no habría podido divulgarla como lo hago. Faltaría la frescura que le he dado. Marx, que dijo miles de tonterías, dijo sin embargo algo que me gusta: "El gran peligro es saber cada vez más de menos hasta saber todo de nada".

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